Una singular variedad del guisante, esa planta herbácea de naturaleza trepadora que según a cual de sus 100 especies nos refiramos puede ser anual o perenne, es el Lathyrus odoratus o guisante de olor. Su follaje es ovalado y de un verde intenso, y sus flores son perfumadas y se presentan tanto solitarias como en inflorescencias, mostrando una gran diversidad de colores, entre los cuales los más habituales son el blanco, el lila y el rosa.
El Lathyrus es una planta trepadora de extraordinaria belleza apta para glorietas, muros; para decorar balcones, terrazas, ya sea plantada en plena tierra o bien en jardineras de un cierto tamaño.
Este guisante perteneciente a la especie de las papilionáceas es originario de la vieja Europa, principalmente Italia, dónde es muy apreciado y cultivado. A pesar de crecer casi sin ningún tipo de problemas en los huertos, resulta un poco complicado llegar a cultivar esta planta en espacios reducidos como macetas, así que será muy importante procurarle un buen drenaje, en un terreno ligero y rico en sustancias orgánicas para pueda desarrollarse sin problema y podamos disfrutar tanto del agradable perfume que desprenden sus flores como de sus pequeños y verdes frutos.
Como se trata de una planta trepadora es muy conveniente proporcionarle ramas de árboles como el manzano o el avellano o bien restos de poda lo suficientemente largos para que puedan ser utilizados como guía durante la ascensión.
Respecto a sus necesidades de agua, deberemos asegurarnos de que el sustrato sobre el que se asienta disponga de cierta humedad, para ello se le abastecerá de agua tres veces por semana, en dosis no muy abundantes. El guisante oloroso es una planta que no aguanta bien los calores del sol por lo que lo más recomendable es situarla a media sombra, en lugares frescos y húmedos.
