El recebado, una forma de recuperar la tupidez del césped

Consiste en airear, acondicionar y distribuir las semillas uniformemente
Por EROSKI Consumer 25 de mayo de 2006

Cuando se siembra el césped, puede darse el caso de que no se hayan esparcido adecuadamente las semillas sobre el terreno y, en consecuencia, al ir creciendo la hierba, aparecerán calvas más o menos importantes o zonas con escasa densidad.

Para solucionar este antiestético problema será necesario llevar a cabo el recebado de esa zona determinada del jardín. Para ello, lo primero que hay que hacer es airear dicha área con la ayuda de una horca, luego se debe extender una pequeña mezcla de arena y turba, con el fin de enriquecer la base de un suelo que probablemente esté castigada, y, por último, realizar la siembra esparciendo oportunamente las semillas de césped.

Aunque el recebado puede realizarse en cualquier época del año, la más apropiada es en otoño, a la vez que se realiza el acondicionamiento del suelo.

El recebado también es la solución para aquellos casos en los que una parte del césped ha acabado muriendo por culpa de algún fuego, por el constante pisoteo de la zona o por cualquier otra circunstancia que haya provocado su desaparición.

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