Barbacoa a punto para el verano

Una adecuada limpieza es básica para garantizar un buen funcionamiento
Por EROSKI Consumer 31 de mayo de 2023
Img barbacoa
Imagen: Jason McArthur

El buen tiempo es propicio para las comidas al aire libre y las reuniones en torno a una barbacoa. La lista de alimentos que se pueden asar en la parrilla es muy larga, y el sabor y el aroma que adquieren sobre las brasas, inconfundible. Sin embargo, para que todo sea un éxito, no basta con disponer del último y más sofisticado modelo de barbacoa. La mejor materia prima sirve de poco si el aparto no está siempre en perfecto estado de limpieza y uso.

Claves para una correcta limpieza

Aunque parezca una tarea engorrosa y difícil, una adecuada limpieza de la barbacoa es básica para su buen funcionamiento y su perfecta conservación para años venideros.

Antes:

  • Antes de colocar el elemento combustible -ya sea carbón o leña-, se puede cubrir la cubeta de la barbacoa con papel de aluminio para evitar que se manche con los restos carbonizados y la grasa que desprenden los alimentos. El único inconveniente es que hay que tener la precaución de no arañar o romper el papel al remover las brasas.
  • Si la última vez que se usó la barbacoa no se limpió en profundidad, antes de comenzar a cocinar hay que calentarla entre cinco y diez minutos para eliminar los malos olores, los humos y la grasa adherida con anterioridad.

Después:

  • Una vez retirados los alimentos, y con la parrilla todavía caliente, hay que esparcir sobre ella abundante sal gruesa y frotarla con hojas de periódico. No sólo se conseguirá eliminar los posibles restos de comida pegados, sino que también se evitará que la próxima comida se impregne de olores o sabores anteriores.
  • Con la barbacoa fría, la limpieza de la misma debe hacerse con agua, estropajo y jabón.
  • También se puede acabar con los malos olores si se limpia la parrilla con vinagre caliente, un magnifico desengrasante natural.
  • Barbacoas a gas. Al contrario que las que funcionan con carbón, las barbacoas a gas son más fáciles de limpiar. Tan solo hay que retirar los restos carbonizados con un cepillo de alambre y limpiar la parrilla con un poco de aceite vegetal.

Tipos de barbacoas

De acuerdo a las preferencias personales, el presupuesto y el espacio disponible, se puede elegir entre modelos fijos o móviles.

Para los primeros, es indispensable un espacio amplio para albergar una construcción con piedra, ladrillo, hormigón y una campana. En cambio, los modelos móviles se pueden instalar donde más convenga, según la ocasión. Son fáciles de transportar y guardar, a la vez que permiten cocinar con leña o carbón de leña, gas o electricidad, según el modelo por el que se opte.

  • Barbacoas de leña o carbón. Son la opción más clásica. El sabor que imprimen en los alimentos es único. Pueden ser portátiles o fijas, con o sin chimenea. Las primeras son las más adecuadas para un uso ocasional, ya que ocupan poco espacio y se pueden ubicar en cualquier sitio. Las barbacoas fijas o de obra requieren de bastante espacio para su instalación y únicamente son aconsejables si se utilizan con frecuencia. No obstante, son una opción muy cómoda y versátil. La chimenea mantiene un tiro constante que evita la dispersión del calor que, en ocasiones, se genera en las barbacoas descubiertas. Además, los espacios inferiores permiten guardar la leña, los sacos de carbón y los utensilios de la barbacoa. Algunos modelos disponen también de una zona de encimera para manipular con mayor comodidad los alimentos. Los modelos más sofisticados disponen de un horno que además de mantener calientes los alimentos, da la posibilidad de realizar los platos típicos de los hornos tradicionales de leña.
  • Barbacoas de gas. La cocción se realiza gracias al calor proporcionado por una placa de hierro. Permiten preparar la comida de forma rápida, con más control de la temperatura y sin las complicaciones de encender el carbón. Se puede utilizar tanto en interior como en exterior. No obstante, es primordial que siempre haya buena ventilación y se sigan todas las precauciones que indique el fabricante.
  • Barbacoas eléctricas. Son mucho más limpias que las de carbón e incluso que las de gas, son además, seguras y muy fáciles de utilizar. Basta con tener un enchufe cerca.
Brasas sin riesgo

El fuego es el gran protagonista durante la preparación de una barbacoa, por lo que si no se contemplan unas mínimas medidas de seguridad, un divertido día de verano puede terminar con una sorpresa desagradable.

  • En el momento de la compra hay que asegurarse de que el aparato tiene una buena estabilidad.
  • Antes de instalar la barbacoa, se debe comprobar la orientación predominante del viento. Si es fuerte, directo sobre el fogón, levantará chispas y cenizas, y acelerará la combustión.
  • El siguiente paso es elegir un buen emplazamiento en un lugar despejado y sobre una base uniforme para que no se ladee.
  • Junto a la barbacoa debe haber siempre un cubo con agua, arena o un extintor.
  • Bajo ningún concepto hay que encender o reavivar una barbacoa con alcohol o gasolina, ya que hay un gran riesgo de incendio violento.
  • Tanto si es móvil o fija, no se debe permitir que los niños se acerquen a la barbacoa ni jueguen en sus inmediaciones. Los niños deben mantenerse alejados del fuego. Una brusca ráfaga de viento puede provocar una gran llama o una brasa puede caer por casualidad y provocar un daño irreparable. Para evitar posibles incendios, han de respetarse siempre las restricciones para hacer fuego.
  • Cuando se va a disfrutar de una barbacoa, hay que tener en cuenta las posibles molestias que los humos y olores pueden causar a los vecinos. Aunque desde el punto de vista legal no hay una norma específica que regule el uso de las barbacoas en las comunidades de vecinos, conviene informarse sobre posibles acuerdos al respecto en la comunidad.
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