El verde, la elección atrevida

Por su dificultad en la combinación suele ser un color que queda relegado para las zonas de paso
Por EROSKI Consumer 16 de septiembre de 2002

En decoración, el color verde sobresale por su gran variedad de gamas, que van, que van desde las cálidas hasta las más frías. En general, la sensación de frescura es lo que predomina en las diferentes tonalidades, ya que el verde es un color que se identifica con un nombre diferente asociado con el mundo natural: manzana, limón o menta, entre otros.

De todas formas, antes de elegir el tono de verde como color para pintar paredes es recomendable tener en cuenta la composición cromática de la estancia, ya que no resulta fácil de combinar. Además también está el apartado de la influencia de los colores en el estado de ánimo de cada uno. Entonces, la fórmula consiste en seleccionar dos o tres tonos de la gama del verde para apreciar cuáles son los efectos.

A la hora de generar efectos y elegir tonos, es conveniente atender a las siguientes recomendaciones:

1. Decantarse por el verde botella, si lo que se desea es crear un ambiente acogedor

2. Cuando se trata de dar una sensación de calma que ayuda a descansar la vista, la opción se centra en los verdes más pálidos.

3. Para ofrecer un efecto estimulante, es recomendable decidirse por los tonos que se acercan a los turquesas, muy adecuados para habitaciones infantiles.

4. Si se buscan combinaciones con otros colores, se aconseja la utilización de tonos crudos y amarillos, que le otorgan una alegría y una brillantez mayor al propio verde.

En general, las dificultades para combinar este color le llevan a ocupar lugares de paso, o pequeñas pinceladas de color en estancias más grandes, evitando utilizarlo como eje cromático de una estancia.

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