Toda persona que se inicie en el mundo de la jardinería, o que simplemente sea un aficionado a las plantas y quiera ir creando poco a poco su jardín, es aconsejable que se documente concienzudamente. Para ello, se puede acudir a enciclopedias, hablar con amigos que compartan su misma afición o consultar a expertos y profesionales.
Pero además de esta labor previa, resulta conveniente mantener un orden y elaborar un archivo de todos los ejemplares que se van adquiriendo. Es oportuno anotar todas las recomendaciones de cuidados y mantenimientos que requiere cada planta para situarla y tratarla de la manera que le corresponda. De esta forma se tendrá muy claro desde el principio lo que es aconsejable hacer con cada una de las pocas plantas que se posea, pero podría llegar un momento en el que tenga tal volumen de variedades que se pueda olvidar o confundir las especificidades de cada una.
Otra recomendación reside en anotar periódicamente la evolución de cada planta y los trabajos que se han ido realizando con ella, para conocer así cuándo florece exactamente, qué experimentos propios han funcionado o han dañado la planta y cualquier otra incidencia que se haya producido.
La elaboración de fichas también será una opción muy útil cuando haya que ausentarse y dejar en manos de otra persona el cuidado de las plantas o del propio jardín.
