Estratificado para renovar las puertas

Con una chapa de este material parecerán nuevas
Por EROSKI Consumer 27 de enero de 2005

Si se quiere cambiar el aspecto de una puerta, la opción más sencilla consiste en repintarla, pero también se puede optar por colocar sobre ella una chapa de estratificado e incluso pegarle unas molduras.

Para las puertas de la casa no es recomendable el empleo de una chapa autoadhesiva, porque debido al gran tamaño de éstas es más fácil que llegue a levantarse, aunque también es otra opción más sencilla que la que a continuación se trata.

Lo primero que se ha de hacer es retirar todos elementos metálicos de la puerta, picaportes, bisagras, herrajes, para luego lijar toda la superficie con una lija de grado medio. Para facilitar el proceso, se recomienda enrollar el papel de lija a un taco de madera. Reparar las imperfecciones con pasta para madera. Por último retirar el polvo y la grasa que pueda tener la puerta con alcohol antes de proceder a encolar la superficie.

Poner la chapa sobre la puerta y marcar por dónde se tiene que realizar el corte para que se ajuste a la superficie que se desea recubrir. Si el estratificado es fino, habrá que cortarlo con un cúter o si no emplear una sierra. Sujetar con unos sargentos la chapa de estratificado. Cortar las esquinas de la chapa en ángulos de 45 grados, retirar el material sobrante y lijar los cantos.

Para forrar los cantos de la puerta se puede emplear cinta de cantear autoadhesiva. Si se desea se pueden comprar unas molduras, cortarlas a inglete, pintar en un color a tono con el de la chapa de estratificado y colocarlas sobre la puerta con puntas de cabeza perdida. Una vez se haya terminado todo el proceso se deberá volver a colocar en su sitio todas las partes metálicas de la puerta, y si se desea se puede aprovechar también para cambiarlas.

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