Las habitaciones de los más pequeños son las que más juego dan a al hora de apostar por contrastes de colores audaces y llamativos, creando a través de ellos un ambiente alegre con el que sus usuarios pueden sentirse más identificados e integrados.
A la hora de escoger las alfombras en las decoraciones de los más pequeños podemos adquirir modelos a juego con el edredón, cojines e incluso con las cortinas, para dotar a la estancia de uniformidad. La confección de este tipo de elementos es habitual. Si es factible también se puede tratar de conjuntar todos los elementos textiles anteriormente mencionados con el color del papel o pintura que decora las paredes.
No obstante, tal vez sea mejor decidirse por estampados sencillos, como rayas o cuadros, frente a otros demasiado coloridos con muñecos u otros motivos, puesto que es muy frecuente que el cuarto esté lleno de juguetes y peluches, de modo que el resultado final acabe siendo excesivamente recargado.
