Es bastante habitual disponer en nuestras casas de unos topes que impidan que al abrir de golpe una puerta, o por una corriente de aire, se golpee la pared que se encuentra tras ellas.
Sin embargo no resulta tan común disponer de uno que nos permita mantenerlas abiertas cuando vamos a introducir las compras, por ejemplo. Para poder sujetar la puerta podemos fijar al suelo una pieza metálica en forma de ele, colocada boca arriba, de forma que la parte más pequeña de la pieza pueda sujetar la puerta y la mayor se quede fijada al suelo, aunque pueda moverse a voluntad para poder conservar la puerta abierta o cerrarla.
Para fijar la sujeción para la puerta podrá barajar diversas opciones, según el material con el que esté confeccionado el suelo. Si es de cemento o materiales cerámicos podrá agujerearlo e introducir un tornillo o clavo que sujete la pieza en forma de ele.
Esta es una sencilla solución para tener siempre a mano la sujeción pero, si no quiere dañar el suelo, las clásicas cuñas de madera cumplirán la misma función. Hoy también las venden decoradas.
