Lo más recomendable a la hora de comenzar a decorar nuestro patio, balcón, terraza o porche es que su suelo esté recubierto por un material resistente, normalmente cerámico. Al tratarse en algunos casos de zonas de paso y estar a la intemperie se mojarán y ensuciarán con asiduidad, por lo que es recomendable el empleo de materiales de fácil limpieza, sobre los que la suciedad no se incruste fácilmente.
Elija unas baldosas acordes a la decoración del resto de la fachada y a la estructura de la vivienda, aunque dotar al porche de un aspecto rústico en ocasiones resulta una buena opción. En ese caso puede lograrse fijando a una de las paredes unas vigas de madera antiguas que ejerzan una función decorativa, en lugar de sostener el tejado, y colocar una rueda de carro de aspecto antiguo o moderno apoyada sobre la pared.
Podemos establecer también una zona de descanso con sillas y mesas de forja. Con unos cojines conseguirá que el mobiliario de metal sean más cómodo, y este material tiene la ventaja de que puede permanecer a la intemperie.
Para proporcionarnos sombra se puede ubicar un árbol en un tiesto de madera de grandes dimensiones, por cuyos laterales pueden deslizarse plantas colgantes. También podemos colocar algún ejemplar colgante en una de las esquinas y uno trepador, como la hiedra, para que recubra toda una pared de nuestro patio.
No conviene cultivar muchos ejemplares en estas zonas de descanso, ya que pueden resultar molestos para las personas alérgicas. Por otra parte, abusar de la vegetación en las zonas de descanso puede llegar a caer en el error de integrarlas dentro del propio jardín, que no es mala idea, siempre y cuando no se pretenda que dispongan de una personalidad propia e independiente del resto.
La solución más eficaz para disponer de una zona en sombra en alguno de estos lugares consiste en la instalación de un toldo. Si lo deseamos podemos acristalar la zona de descanso, para poder comer o cenar sin la incómoda presencia de mosquitos o de factores atmosféricos adversos como el viento o la lluvia.
Las paredes de estas estancias han de recubrirse con pinturas especiales para exteriores. Los colores claros suelen ser la mejor opción, sobre todo los cremas y el blanco. La iluminación ha de ser potente, sobre todo si queremos utilizarla de noche, y deberá estar protegida contra la humedad si se encuentra a la intemperie.
Una buena opción son los focos halógenos, que iluminan mucho y son baratos. Otras opciones válidas son apliques de pared metálicos o de plástico. Es recomendable emplear bombillas de larga duración que ahorren energía.
