La ukola y el palisandro, dos maderas preciosas

Ambas son maderas muy compactas, cuyas fibras duras y uniformes resisten bien el ataque de plagas como las termitas o los hongos
Por EROSKI Consumer 2 de diciembre de 2003
Img troncos ukola
Imagen: jackdubois

La ukola (Tieghemella heckelii) procede de África y es una de las escasas maderas preciosas con un precio asequible. Además, no hay riesgo alguno de que se extinga, como sucede con otras especies tropicales. Por lo que respecta al palisandro, es una madera muy utilizada en trabajos de ebanistería de alta calidad o para fabricar instrumentos, aunque su uso depende, sobre todo, de su procedencia, que marca sobremanera la calidad de esta especie.

La ukola, una madera muy utilizada para parqué

La ukola, también conocida como makoré, okola o douka, tiene una tonalidad marrón anaranjada y con un veteado difícil de resaltar, lo cual la hace menos llamativa que el resto de sus compañeras. Esto la ha salvado de la tala indiscriminada que ha reducido de manera ostensible la superficie cubierta por este tipo de ejemplares exóticos.

Esta madera es excelente para parqué, pero se emplea, sobre todo, para recubrir muebles de peor calidad y permitir que dispongan de un acabado más bello a un módico precio o para realizar trabajos de marquetería porque es muy sencilla de pulir, serrar o barnizar.

El palisandro, su calidad depende de su procedencia

Otra madera preciosa poco conocida es el palisandro, un nombre común de madera preciosa bajo el que se cobijan una gran cantidad de especies tropicales diferentes de los géneros Machaeriun y Dalbergia. Su gama cromática se extiende del rojo oscuro al castaño casi negro, con marcadas vetas de diversos tamaños.

Es una madera muy utilizada en trabajos de ebanistería de alta calidad o para fabricar instrumentos, aunque su uso depende, sobre todo, de su procedencia, que marca sobremanera la calidad de esta especie.

El palisandro asiático se emplea mucho para realizar pequeños muebles, mientras que con el brasileño se elaboran mesas de billar o fastuosos pianos de tono pardo. Otra variedad brasileña es la jacarandá violeta o madera violada. El de la India también es pardo y, por lo general, con dibujo grande, muy utilizado en trabajos manuales de taracea o marquetería. El palisandro de Honduras y alguna variedad de Madagascar son de dibujo más fino.

Resulta conveniente aplicarles cada año una capa de aceite para que conserven su brillo y colorido, pero solo en el caso de que su superficie no lleve un recubrimiento protector como el barniz.

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