Si por un golpe o accidente la puerta de metal de algún armario o del frigorífico, lavavajillas, e incluso la del coche se ha deteriorado se puede intentar repararlo con unas ventosas que permiten devolver la parte abollada a su estado original.
Su utilización es bastante sencilla y puede ser una solución para, al menos, hacer menos visibles los grandes bollos o retirar los de menor tamaño y profundidad, no obstante su utilización en las carrocerías de los coches puede no solventar el problema al 100% si el impacto ha sido fuerte, siendo recomendable que la reparación la realice en un taller especializado.
Solamente habrá que colocar la ventosa sobre la superficie a desabollar, levantando las asas de la ventosa y tirando de ellas con suavidad, si no se consigue que la superficie abollada se levante es mejor no forzarla porque se podría dañar el metal. También se puede utilizar esta herramienta para transportar objetos voluminosos que no tengan asas o bien superficies cortantes como cristales o chapas.