Mantenimiento de los canalones

Para que el agua fluya de forma correcta se deben inspeccionar los tubos de bajada y los canalones, al menos, dos veces al año
Por EROSKI Consumer 4 de abril de 2002
Img canalon cobre
Imagen: Ctd 2005

Un mantenimiento regular de los canalones puede llegar a triplicar la vida útil del sistema de drenaje del tejado. Para que el agua fluya de forma correcta, se deben inspeccionar los tubos de bajada y los canalones al menos dos veces al año, en otoño y en primavera. En esta revisión, además de eliminar los objetos y suciedad retenidos en el sistema de drenaje, se debe comprobar el estado de los ganchos de fijación y de los empalmes, las posibles grietas y los puntos de corrosión del mismo.

Limpieza del canalón

Debido a su posición, los canalones reciben numerosos desechos que los pueden taponar. Hojas, ramas, musgos, polvo, tierra y demás elementos de la naturaleza pueden poner en peligro el buen funcionamiento de esta estructura.

Para evitarlo, en primer lugar, se deben eliminar los restos de suciedad más grandes. Después, hay que lavarlos con una manguera, sin taponar las bajadas cuando la suciedad arrastrada por la presión del agua se acerque al final del canalón. Se puede colocar al principio de la bajada un trozo de rejilla o una lata de conserva perforada para que actúe como filtro.

Si tras terminar la limpieza el agua sigue sucia, hay que desarmar el canalón de salida. Para ello se deben extraer todos los tornillos y tirar hacia abajo la conexión (empalme) de salida del mismo. A continuación, se lava la zona hasta que el agua salga clara.

Antes de colocar de nuevo la pieza, se debe inspeccionar que no tenga abolladuras. Si todo es correcto, se sella el empalme con silicona y se coloca el canalón de salida en su sitio. Una vez atornillada la pieza y con el material de sellado seco, se enjuaga de nuevo el canalón.

Cómo localizar las obstrucciones

Si el sistema de drenaje está obstruido, lo más habitual es que el problema esté en el codo que conecta el tubo de bajada al canalón. Esta pieza es fácil de quitar. No obstante, si tras comprobar el origen del atasco, éste no está en el codo, se debe revisar el tubo de bajada.

Para evitar nuevas obstrucciones, hay que instalar rejillas o protectores en todas las salidas de los tubos. De esta manera, el agua circulará con fluidez y las hojas y demás objetos quedarán retenidos, con lo que no ocasionarán problemas de drenaje.

Sellar fugas

Cuando se detecta una fuga, no es necesario reemplazar todas las secciones del canalón. Tanto las fugas pequeñas como los puntos de corrosión se pueden sellar o reparar con facilidad.

Primero hay que raspar la zona dañada para eliminar el óxido. Para ello, se puede utilizar un cepillo de acero o una barrena de 1/4″ y un cepillo eléctrico giratorio. Después, se cubre el área que se va a reparar con un tratamiento para el óxido o una pintura inhibidora y se deja secar.

A continuación, si el agujero es pequeño, se aplica una capa gruesa de cemento plástico especial para canalones. Si el orificio es grande, mientras el cemento todavía está húmedo, se cubre el área con tiras de plástico o de papel de aluminio para trabajos pesados. El final de cada pieza debe ir sobre el principio de la siguiente, en el mismo sentido que el agua. Para más seguridad, se pueden unir los bordes con cemento.

Si la gotera se localiza en una junta entre dos elementos en mal estado y el canalón es de zinc, la solución pasa por realizar una soldadura de estaño. Si la junta es de PVC, se debe pegar la zona donde está la gotera con adhesivo especial para este material.

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