La melamina es un material duro y muy resistente frente a factores externos como la suciedad o el agua, lo que la convierte en una buena opción para forrar las superficies de los muebles de madera que fabriquemos.
Es un producto que puede encontrarse en multitud de colores, por lo que si queremos disponer de una cocina alegre y luminosa podemos tratar de combinar, por ejemplo, colores claros para los muebles de la parte inferior de la cocina y blancos para los que cuelguen de las paredes.
De esta forma lograremos que en las partes inferiores del mobiliario la suciedad se note menos, al estar decoradas con colores más oscuros, y las superiores reflejen mayor cantidad de luz.