Los adoquines se utilizan, sobre todo, en pavimentos. En espacios urbanos o en el jardín, este material ofrece gran durabilidad y resistencia. Incluso mantiene el color inalterable pese al paso del tiempo. En cuanto a la forma, por lo general son rectangulares, pero pueden fabricarse en diferentes formas y tamaños que, en combinación con adoquines de colores, permiten crear composiciones originales y decorativas.
Se compara con la piedra natural por su resistencia a la compresión, al desgaste y al rayado
Gracias a su resistencia a las heladas, los adoquines se emplean en patios y superficies de exterior, así como en «ambientes donde la contaminación, las lluvias ácidas y el resto de agentes agresivos acabarían con otros materiales», explica la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas, Hispalyt. Ni siquiera se deforman con las altas temperaturas típicas del verano. Este material se compara con la piedra natural por su resistencia a la compresión, al desgaste y al rayado.
No obstante sus aplicaciones son diversas. El adoquín se utiliza también en terrenos inestables, donde en ocasiones es necesario llevar a cabo reparaciones. La posibilidad de levantar las piezas y reutilizarlas sin que se deterioren facilita el empleo de este material en pavimentos flexibles y zonas que cubren determinadas instalaciones, como la red de gas o electricidad.
Cuidados
Las características particulares del adoquinado contribuyen a un mantenimiento, en su mayoría, mínimo. De hecho, el principal inconveniente es la aparición de vegetación entre las juntas. Si esto ocurre, se puede hacer desaparecer con utensilios de cantos afilados que cortan y arrastran las malas hierbas y sus raíces. A continuación, es conveniente rellenar las juntas para evitar la aparición de nueva vegetación. También hay que seguir este proceso «cada vez que la acción erosiva del ambiente así lo exija», advierte Hispalyt.
Los suelos de adoquín son un pavimento sencillo de limpiar, ya que repele la mayoría de las manchas. No obstante, es necesario eliminar la suciedad con un cepillo y agua jabonosa, excepto en suelos recién colocados. La base de los adoquines podría perder firmeza y, en consecuencia, ganar movilidad.
Los adoquines son sencillos de colocar. Además, se pueden pisar inmediatamente después de instalarlos. En pavimentos flexibles, es conveniente que cuenten con picos espaciadores “en una o más de sus caras”, mientras que en pavimentos rígidos han de carecer de estos picos y fijarse separados de otros por una junta de mortero de 10 milímetros.
En pavimentos rígidos han de estar separados por una junta de mortero de 10 milímetros
Se considera que la vida útil de una pavimentación con adoquín es superior a 30 años, pese a que el espesor puede variar entre 30 mm, como mínimo, para pavimentos rígidos, y 40 mm, como mínimo, para pavimentos flexibles. Una capa de unos tres o cuatro centímetros de espesor es, en general, suficiente para fijar bien las piezas.
