Pintura y azulejos en la cocina

Se intenta crear cierto contraste para evitar la uniformidad cromática
Por EROSKI Consumer 28 de junio de 2006

Generalmente para decorar las paredes de las cocinas se emplean azulejos para protegerlas frente a la humedad reinante en ellas. En la mayoría de las ocasiones se emplean azulejos estampados o con alguna cenefa para evitar una total uniformidad cromática.

Pero también se puede optar por alicatar la parte inferior de la cocina, que es la que más se mancha, y pintar la parte superior de un color diferente para crear una sutil combinación.

Otra opción menos común puede consistir en pintar y alicatar la cocina en franjas verticales, haciendo coincidir, o colocando únicamente azulejos, en las zonas donde se suele manchar más, como cerca del fregadero y de los fuegos. No obstante, con la aparición de las pinturas lavables el problema de las manchas sobre estas superficies hace tiempo que también está solucionado.

Sin embargo utilizando azulejos, sobre todo los pequeños de esmalte blanco, se consigue dotar a la cocina de un aire rústico, estilo que se logrará acentuar si se emplean muebles de madera, en lugar de estratificados de acabado similar al plástico, cuya limpieza es mucho más sencilla.

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