Si sus hijos sienten miedo a la oscuridad o se desorientan con ella, algo que también puede ocurrirles a las personas mayores, una buena opción para solucionar el problema puede consistir en colocar elementos reflectantes en las puertas de sus habitaciones para que puedan situarse y encontrarlas con facilidad, evitando tener que encender la luz y molestar al resto de la familia que se encuentre durmiendo si se desvelan o quieren ir al cuarto de baño.
Este tipo de elementos también pueden servirnos para desplazarnos y orientarnos a lo largo de nuestra vivienda, sobre todo si los colocamos en cada estancia y diferenciamos éstas mediante un código de colores. Otra ventaja que nos aporta esta idea es que podemos saber si una puerta esta abierta o cerrada aun en plena oscuridad, evitando golpearnos contra ellas, o andar a tientas cuando no queramos molestar al resto de los habitantes de la casa.
Podrá encontrarlas en tiendas especializadas en bricolaje. Incluso puede emplear motivos más decorativos como elementos reflectantes de coches o bicicletas, aunque dotarían a la puerta de un aspecto demasiado llamativo que puede no concordar bien con una decoración convencional.
