La principal ventaja del uso de productos selladores estriba en que permiten ahorrar dinero, al ser menor la cantidad de material recubriente que se ha de utilizar para decorar la superficie que se va a pintar.
Estos productos son empleados fundamentalmente en carpintería o decoración e impiden que la zona que se va a cubrir absorba demasiada pintura, barniz o tinte. Aparte de la mencionada ventaja económica también podemos ahorrar algo de tiempo, aunque parezca un contrasentido, porque tenemos que aplicar una mano extra previa, ya que podremos conseguir un acabado uniforme de manera más sencilla, sin necesidad de realizar demasiados retoques ni tener que dar más manos de pintura. Con dos será suficiente.
Este tipo de productos se emplean también sobre materiales vivos como la madera, donde es recomendable emplearlos conjuntamente con un producto que tape sus poros.
Con su utilización también conseguimos que la pintura se fije mejor a la superficie que vayamos a decorar. Pero esto no quiere decir que con su aplicación deje de ser necesario el proceso previo de limpieza y retirada de la pintura vieja, sobre todo si apreciamos que está descascarillada.
Para saber si es necesario retirarla con un cepillo de púas podremos colocar un trozo de cinta de carrocero sobre ella y tirar. Si queda adherida pintura sobre la cinta será necesario lijar antes de pintar de nuevo.
