Trucos para reparar las hendiduras de la moqueta

La fórmula recomendada consiste en dejar derretirse un cubito de hielo sobre la zona afectada
Por EROSKI Consumer 6 de octubre de 2003
Img moqueta colores
Imagen: Banu Tuncel

Es inevitable que los muebles pesados dejen huellas en la superficie de la moqueta, éstas, normalmente, quedan ocultas por el propio mueble que las produce. Sin embargo, el problema queda al descubierto, cuando se procede al cambio de los muebles de la estancia o bien cuando se desea una nueva reubicación.

En el primer caso, el de cambiar las piezas del mobiliario, la fórmula más aconsejable consiste en comprar muebles de un tamaño similar para disimular estos desperfectos. Sin embargo, ésta no es la solución más idónea ya que, de forma muy fácil, se puede devolver su prestancia original a la moqueta.

El proceso a seguir es muy sencillo. Simplemente hay que colocar un cubito de hielo sobre la superficie afectada. Una vez que se haya derretido el cubito se recomienda pasar la plancha a temperatura media un par de veces por encima. Con esta práctica y cómoda acción, las fibras del tejido recuperan su aspecto original, y las hendiduras provocadas por el excesivo peso de los muebles desaparecerán.

Posibles manchas y sus soluciones

A pesar de las dificultades que acarrea su limpieza, la moqueta sigue siendo una de las principales protagonistas a la hora de recubrir el pavimento de la vivienda. Lo más habitual suele ser limpiarla con la ayuda de una aspiradora. Sin embargo, las manchas provocadas por pequeños «accidentes» con alimentos o similares conviene limpiarlas nada más que se produzcan, porque, de lo contrario, resultará más difícil devolver a la moqueta su aspecto original.

A continuación se enumeran las manchas más frecuentes y cómo quitarlas:

– Las manchas de té o café se podrán retirar aplicando una mezcla al 50% de alcohol de 90 grados y vinagre.

– Si el desastre ha sido provocado por chocolate, es recomendable lavar la mancha con detergente neutro, y aclararla con alcohol.

– Las manchas de huevo o leche se quitan frotándolas en sentido circular con una mezcla al 50% de alcohol y agua.

– Será aconsejable ‘tamponar’ con un paño empapado en alcohol rebajado con agua, al 50%, las manchas producidas al caerse sobre la moqueta azúcar o caramelo.

– El barro que se suele traer en las suelas de los zapatos será recomendable cepillarlo una vez seco, y frotar con una solución compuesta por un litro de agua y una cucharada de amoniaco.

– Para los restos de tinta será aconsejable frotar la mancha con zumo de limón.

– Para deshacerse de los restos de pintura se recurrirá al uso de la punta de un cuchillo y se limpiará el sobrante con un disolvente adecuado al tipo de pintura.

– Otra mancha muy habitual la suelen provocar los adhesivos cuando caen sobre la moqueta. La dificultad para retirarlos dependerá de su composición y de la efectividad del producto, pero se podrá tratar de eliminarlos ‘tamponando’ con agua caliente o acetona.

Para limpiar por completo la moqueta se puede emplear una mezcla de amoniaco y agua, y después aclararla abundantemente para eliminar el fuerte olor del amoniaco. No obstante, conviene matizar que todos estos trucos no son infalibles al 100%, y todo dependerá del tipo de mancha, del producto que la provocó y de lo seca que esté. Además, hay que tener cuidado a la hora de limpiar y frotar, sobre todo si se emplean productos abrasivos, porque puede que desluzca la moqueta, y el efecto sea incluso peor que el que producía la mancha que se intenta retirar.

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