Un acabado rústico para una pared de ladrillo

Para conseguirlo, se deberá aplicar tres manos de pintura de diferentes colores mezclada con fijador
Por EROSKI Consumer 3 de marzo de 2005

Lo primero que se ha de hacer para conseguir un buen resultado es aplicar sobre la pared una capa de pintura plástica de un tono neutro, grisáceo por ejemplo. No es necesario que se consiga un acabado uniforme porque esta primera capa quedará cubierta por las sucesivas manos de pintura que aportarán al muro un acabado rústico.

Una vez seca la primera capa se deberá añadir a pinturas de color naranja, ocre y rojo ingles un poco de fijador, pero sin mezclar los colores entre sí. La pintura puede ser acrílica, témpera o plástica. Primero habrá que emplear el color ocre, luego el naranja y por último el rojo.

Después de aplicará un poco de cada mezcla sobre la pared de manera irregular, difuminando los diferentes tonos entre sí para que se fundan entre ellos pero sin llegar a mezclarse y repintar los espacios entre los ladrillos con un tono gris oscuro, se puede utilizar el empleado para dar la primera capa de pintura.

Si se quiere envejecer el resultado, se deberá aplicar después una patina de cera y betún, que ha de mezclarse al baño María.

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