Un ejemplar adecuado para las zonas menos vistosas del jardín, la dragonaria

Aunque generalmente es tratada como ejemplar anual, puede sobrevivir al invierno sin problemas
Por EROSKI Consumer 17 de octubre de 2006

La dragonaria es un ejemplar bastante resistente que puede subsistir durante inviernos no muy rigurosos sin problemas, aunque es cultivado de manera habitual como ejemplar anual, debido a que puede llegar a florecer desde la primavera al otoño, dependiendo de la época en la que la haya sembrado.

Es una planta que puede relegarse para las zonas menos vistosas del jardín, aquellas que se encuentran en sombra o semisombra. Es muy importante proporcionarle una ubicación adecuada, porque reducirá el número de cuidados necesarios. Sólo los ejemplares variegados admiten unos ligeros rayos de sol y requieren de un ambiente fresco.

Se pueden cultivar formando parte de macizos florales, plantar en macetas o en los parterres de su jardín. Se desarrollan mejor en suelos calcáreos y que no presenten un grado alto de acidez, por lo que el terreno debe estar bien drenado. Es recomendable regar el ejemplar con moderación y abonar levemente cada semana.

La dragonaria pertenece a la familia de las Scrophulariaceae y es oriunda de todos los países bañados por el mar mediterráneo. Puede llegar a adquirir una altura de hasta un metro, aunque en la mayoría de las variedades oscila entre los 40 y 60 centímetros.

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