Un método muy conocido para evitar manchar más de lo estrictamente necesario cuando se utiliza el taladro consiste en colocar un sobre abierto, bajo la superficie que se va a taladrar, para recoger todo el polvo.
Sin embargo, éste es un método imposible de poner en práctica cuando se quiere colocar una lámpara en el techo, por ejemplo. En estos casos el truco que se puede emplear es similar, pero la táctica cambia.
Será necesario un envase vacío de un yogur, más grande o más pequeño dependiendo del tamaño, profundidad y número de agujeros que se vaya a realizar. Normalmente será suficiente con uno de 125 gramos, aunque pueden ser necesarios otros recipientes mayores.
Con la broca puesta en el taladro habrá que ensartar el yogur por el centro y taladrar. El polvo caerá en el interior del recipiente.
