El sistema eléctrico español pierde cerca del 10% de la energía que genera en «fugas» que se producen en transporte y distribución, lo que supone una pérdida económica de unos 1.700 millones de euros anuales, según datos de Red Eléctrica Española (REE).
Así, la energía eléctrica sufre una pérdida en transporte entre el 1% y el 2% por la resistencia de los cables al paso de la electricidad, lo que se conoce como «Ley de Oms».
Por otra parte, las compañías eléctricas distribuyen la electricidad en media y baja tensión, hasta llevarla a todos los usuarios. En esta fase se pierde entre un 6% y un 8% de la luz.
Las pérdidas en distribución pueden ser de carácter técnico, por la resistencia o las producidas con la bajada de alta a media tensión y representan entre un 3-4%; y no técnicas, que suponen otro 3-4%, que pueden deberse a incidencias que provocan apagones.