Durante el año 2001, 69.000 parados recibieron formación profesional -vía escuelas taller, casas de oficios y talleres de empleo-y, de ellos, el 70%, es decir, 48.300 desempleados, consiguió insertarse en el mercado laboral, según informó ayer el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Los cursos de Formación Profesional y reciclaje para oficios tuvieron un coste total de 458,7 millones de euros (76.314 millones de pesetas).
Todas las previsiones apuntan que la participación subirá a 74.000 alumnos y el presupuesto a 486 millones de euros (80.817 millones de pesetas) en el presente ejercicio.
Este tipo de formación se inició en el año 1985, está cofinanciada por la Unión Europea y tiene un triple objetivo. Por un lado, la inserción profesional de jóvenes con especiales dificultades de integración en el mercado laboral. Por otro, la recuperación de oficios artesanos en vías de extinción. Y, por último, la protección de un patrimonio histórico-artístico que se deterioraba progresivamente por la carencia de estructuras de conservación.
A lo largo del 2001, se constituyeron 1.308 escuelas taller y casas de oficios, dirigidas a 49.200 parados menores de 25 años. Durante los cursos, los alumnos percibieron una beca equivalente al 75% del salario mínimo interprofesional. Asimismo funcionaron 825 talleres de empleo, en los que participaron 19.786 parados mayores de 35 años con especial dificultad para encontrar un trabajo, quienes cobraron una subvención equivalente a 1,5 veces el salario mínimo. En el año 2002, estarán abiertas 1.345 escuelas taller y casas de oficios y 959 talleres de empleo.
Perfil del alumno
El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales también explicó ayer que, de acuerdo con los resultados anuales registrados en sus estudios, de cada 100 alumnos que acuden a una escuela taller y casas de oficios, casi 63 son hombres, con edades comprendidas entre los 16 y 17 años. De ellos, más del 51% tiene terminada la Enseñanza General Básica.
Sin embargo, respecto a los participantes en los talleres de empleo, el sexo predominante es el femenino. De esta manera, de cada 100 asistentes, 62 son mujeres, cuya edad oscila entre los 35 y 39 años. El 37% de estas alumnas también cuenta con la titulación de Enseñanza General Básica.
