El endeudamiento obligará a las familias a reconsiderar sus gastos, advierte el Banco de España

La entidad cree que la desaceleración de los precios de la vivienda ayudará a contener parte del gasto de los hogares
Por EROSKI Consumer 22 de marzo de 2006

El alto nivel de endeudamiento de las familias españolas les obligará a reconsiderar sus gastos en cualquier momento, ya sea en consumo o en adquisición de vivienda. Así lo dijo ayer el director del servicio de estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, durante unas jornadas organizadas por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). No obstante, apuntó que la desaceleración de los precios de la vivienda, que cifró en cuatro puntos en 2005, permitirá corregir gradualmente la actual «sobrevaloración» de este mercado, y ayudará a contener parte del gasto familiar.

Malo de Molina recordó que el endeudamiento familiar se sitúa en el 110% de la renta bruta disponible si bien, matizó, la situación patrimonial actual de los hogares es «muy sana» y no tienen problemas de «fragilidad financiera». En cualquier caso, valoró el «cambio de tono» del Banco Central Europeo (BCE), cuyas subidas de los tipos de interés permitirán la «necesaria desaceleración» en el consumo que requiere la economía española, lo que supondrá una recuperación de la tasa de ahorro y una moderación de la inversión residencial.

Fondos de pensiones

Por otra parte, el director del servicio de estudios aconsejó al Gobierno actuar con cautela en el futuro tratamiento fiscal de la inversión en fondos de pensiones. «No estamos viendo reformas que aseguren plenamente la sostenibilidad del sistema», dijo, y recomendó especial cuidado «porque no sería deseable un desestímulo a los planes complementarios».

El proyecto de reforma fiscal que el Ejecutivo ha llevado al Congreso ha suavizado un poco las modificaciones propuestas en la tributación del ahorro destinado a la previsión, pero Malo de Molina insistió en lo delicado que puede resultar este cambio. «Es verdad que detrás de las inversiones en fondos de pensiones había fórmulas de simple ahorro», admitió, para reiterar después «la importancia de seguir recomendando e incentivando los planes complementarios de previsión social». De la reforma fiscal, dijo también que supone una rebaja recaudatoria asumible, y celebró especialmente la tributación única del 18% para todos los instrumentos de ahorro, en consonancia con lo reclamado por el Banco de España. Esto permitirá, añadió, una «mayor libertad» a la hora de decidir entre los productos en función de sus preferencias y «no en función de rentabilidades financiero-fiscales determinadas por el regulador».

Pérdida de competitividad

En su análisis de la situación económica española, el director del servicio de estudios del Banco de España incidió en que uno de los principales problemas, el déficit exterior, no se debe a fenómenos «transitorios» como el precio del petróleo, sino a que «se están materializando» los efectos de la pérdida de competitividad.

Asoció a este deterioro diferenciales como el de costes laborales, que en España son «diez puntos» superiores a los europeos y «veinte puntos» a los alemanes, o de la productividad, en niveles muy inferiores a los de nuestros principales competidores.

La desaceleración de los precios de la vivienda corregirá gradualmente la «sobrevaloración» de este mercado

Por otra parte, Malo de Molina valoró la política fiscal del Gobierno, y señaló que el superávit de las administraciones públicas «ha aliviado» en parte la necesidad de financiación de la economía española, que pese a ello se encuentra en «máximos históricos», del 6,5% del PIB.

Malo de Molina abogó por que el Gobierno mantenga su objetivo de contención del gasto y fomente medidas como la innovación empresarial y la formación de capital humano para «enderezar el deterioro de la competitividad».

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