6 productos financieros para ahorrar en la jubilación

Planes de pensiones, seguros de ahorro y planes de inversión son algunos de los productos financieros con los que completar la pensión
Por José Ignacio Recio 11 de octubre de 2016
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Imagen: stux

Ahorrar para el futuro es cada vez más necesario. Planes de pensiones, seguros de ahorro, planes de inversión y depósitos vinculados a la Bolsa son solo algunas de las formas de completar la pensión de jubilación. En este artículo se recogen seis productos financieros para ahorrar en la jubilación, cómo son y cuáles son sus ventajas y peligros.

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Plan de pensiones, seguros de ahorro o fondos de inversión mixtos son algunos de los productos que pueden contratarse de cara a la jubilación y servir de complemento para las pensiones públicas.

1. Plan de pensiones garantizado

El plan de pensiones es la manera más eficaz y segura de ir ahorrando también en la jubilación, siempre que esté garantizado. Ofrece una rentabilidad más atractiva que las generadas desde otros productos destinados para el ahorro, entre un 2% y 5% de media, por lo que resulta el complemento idóneo para la jubilación. Algunos planes permiten participar en sus beneficios y con mejor tratamiento fiscal del habitual.

2. Seguros de ahorro e inversión

Además de conocer los trucos para una inversión rentable, los seguros de ahorro e inversión son una opción de ahorro. La ventaja de esta propuesta para la jubilación consiste en que, si se mantiene el ahorro durante el tiempo mínimo establecido de forma legal (cinco años desde la primera aportación), los rendimientos estarán exentos de cualquier clase de tributación. Además, brinda un interés fijo muy cercano al 2%, por encima del proporcionado por depósitos a plazo, pagarés bancarios y otros productos de similares características.

3. Planes individuales de ahorro

El modelo más característico de esta tendencia son los planes individuales de ahorro sistemático, más conocidos como PIAS. Se constituyen en unos seguros individuales de ahorro a largo plazo cuyo objetivo reside en pagar ciertas primas para obtener en el momento de la jubilación una renta vitalicia asegurada. Su cuantía depende de las aportaciones que se realicen con regularidad. Por otra parte, ofrecen mejores beneficios fiscales para el ahorro.

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4. Depósitos vinculados con la Bolsa

Aparte de estar destinados al largo plazo, es una forma de entrar en la renta variable sin exponerse en lo más mínimo. Estos activos financieros pueden generar un rendimiento cercano el 5% y, en el peor de los casos, siempre garantizan un interés mínimo, aunque por debajo de las expectativas que presentan otros productos financieros de mayor exposición a los mercados.

5. Fondos mixtos

La combinación de varios activos financieros a través de un fondo de inversión es una de las claves para preservar el patrimonio y, de paso, asegurarse al menos un rendimiento mínimo. Habrá que escoger los modelos más defensivos, donde los riesgos de depreciarse la bolsa de ahorro son menores. Pueden encontrarse diseños muy apropiados para los jubilados que brindan un rendimiento anual en torno al 5%, sin arriesgar mucho en las inversiones.

6. Dividendos

Aunque la renta variable no sea de unas alternativas más indicadas en estas ocasiones, puede hacerse una excepción con los valores que reparten dividendos entre sus accionistas. Esta opción posibilita cobrar todos los años un abono fijo y garantizado, independientemente de cómo coticen los valores. Como consecuencia de esta estrategia de inversión, los jubilados pueden tener un retorno de hasta el 8% sobre el total de sus ahorros.

¿Qué valores deben aportar los productos para la jubilación?

Los destinatarios de estos productos financieros hacen que estos reúnan unas características muy bien definidas. No valen todos los productos, sino que tan solo servirán los que aporten un valor añadido a los jubilados por encima de otras consideraciones basadas en un incremento de la rentabilidad. Puede resumirse en las siguientes cuatro aportaciones:

  • Seguridad: será la particularidad por la que se rijan los modelos de ahorro destinados para la jubilación, en detrimento de otras aportaciones basadas en un incremento no garantizado de la rentabilidad o en las fluctuaciones de los mercados.
  • Cobros garantizados: será un instrumento de gran eficacia para suscribirlo en esta etapa de la vida. Aunque su rentabilidad no sea excesiva, de lo que se trata es de ir ahorrando poco a poco.
  • Pagos anticipados: es la opción más deseable para que los mayores puedan disfrutar antes de sus intereses, incluso desde el preciso momento de la formalización del producto de ahorro.
  • Baja volatilidad: si la alternativa elegida está integrada dentro de la renta variable, habrá que buscar modelos con las mínimas oscilaciones en los mercados financieros. Será la mejor forma para preservar los ahorros de toda la vida.
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