Asegurar el cuerpo

Con pólizas de 6.000 euros al año cualquier persona puede proteger la parte de su cuerpo fuente de sus ingresos y asegurarse una indemnización de algo más de un millón de euros
Por Gracia Terrón 26 de septiembre de 2007

¿Le pondría precio a su cara, sus ojos, sus manos o sus piernas? Los famosos sí lo hacen. Al igual que existen seguros para proteger el coche, la casa, el yate o la mascota, en el mercado están proliferando pólizas cada vez más curiosas que ponen precio a las partes del cuerpo más valiosas para una persona. Sin ir más lejos, las entidades permiten a los cantantes asegurar su voz, a los deportistas, sus piernas e incluso a las actrices más bellas, su rostro. El objetivo de estas pólizas es proteger económicamente a sus titulares ante una posible pérdida de facultades físicas, a las que deben su fama y sus ingresos. Pese a la rareza de este tipo de contratos, en realidad, asegurar estas partes del cuerpo responde al mismo objetivo que tienen los tradicionales y masivos seguros de vida o del hogar: la necesidad que sienten los grupos humanos de protegerse ante hechos imprevistos, cuyas consecuencias desbordan su capacidad individual para repararlas. No obstante, este tipo de pólizas no son exclusivas de los famosos. Cualquier profesional puede contratar en las grandes aseguradoras especializadas una póliza a medida.

Cualquier persona puede encontrar en el mercado una póliza para asegurar la parte de su cuerpo con la que desarrolla su actividad profesional y que, por tanto, es la fuente principal de sus ingresos. Así, un profesor puede asegurar su voz, un investigador su mente, un escultor, sus manos… El precio del seguro estará en función de la cantidad que el interesado decida establecer. Es decir, el asegurado deberá ponerle precio, en cierto modo, a su miembro corporal. Por ejemplo, un cantante de ópera de unos 35 años que recibe unos ingresos de unos 100.000 euros anuales, puede establecer que su voz vale un millón de euros, lo que le daría para cubrir, en caso de sufrir algún problema fónico, diez años de su sueldo. En cualquier caso, las entidades establecen diversas cláusulas en sus contratos. Por ejemplo, mientras que la pérdida de ambas manos o la ceguera se indemniza con el 100% de la cantidad asegurada, en casos de sordera, las cantidades que se cubren suelen ser del 70% del capital asegurado.

Mientras que la pérdida de ambas manos o la ceguera se indemniza con el 100% de la cantidad asegurada, en casos de sordera las cantidades que se cubren suelen ser del 70% del capital asegurado

Las aseguradoras tienen unas tablas con distintas valoraciones en función de la parte del cuerpo de que se trate. Las manos, el cerebro, los ojos y las piernas suelen ser más valoradas que los dedos, las orejas, oídos y la nariz, por lo general. No obstante, existen casos específicos, en función de la profesión del asegurado, en los que la indemnización puede ser mayor. Por ejemplo, las pólizas firmadas por un músico, que necesita los oídos para desarrollar plenamente su profesión, o un enólogo, recibirían mayores indemnizaciones en caso de tener problemas con sus oídos o su nariz que un profesional de otra categoría.

En el mercado, existen pólizas especializadas para colectivos como médicos, deportistas, cantantes o músicos. Mapfre cuenta con un seguro especializado para cubrir a médicos y AXA Winterthur, para cirujanos. Además, en el caso de profesiones más concretas, los grandes brokers de seguros como Willis, AON o Marsh permiten contratar seguros personalizados para cubrir las partes del cuerpo más insospechadas y cotizadas.

¿Cuánto valen estos seguros?

Partiendo de la base de que es el interesado quien decide por cuánto quiere asegurar su miembro corporal, para calcular cuál será la prima las entidades aseguradoras suelen solicitar, en algunos casos, una revisión médica para comprobar el estado de salud del titular del seguro. Por lo general, las pólizas de este tipo suelen incluir diversas cláusulas en función de la edad, sexo y estado de salud del titular. Cuanto mayor se es, mayor será la prima a pagar. Además, lo normal es que las aseguradoras no hagan pólizas a los mayores de 65 años.

Por cada 6.000 euros de prima pagada, se pueden asegurar indemnizaciones de unos 1,2 millones de euros

La póliza también se encarece si existe algún tipo de problema físico. Esto explica las cantidades millonarias que suelen pagar los clubes de fútbol o baloncesto por sus jugadores que, muy habitualmente, suelen tener problemas traumatológicos. Por ejemplo, de media, por cada 6.000 euros de prima pagada, se pueden asegurar indemnizaciones de unos 1,2 millones de euros. Una sencilla regla de tres expone que por cada 600 euros de prima se asegurarían 120.000 euros.

No obstante, como este tipo de contratos están asociados a los ingresos que recibe la persona por explotar y trabajar con esa determinada parte de su cuerpo, el precio de la prima y las cantidades aseguradas estarán en función de los rendimientos que sea capaz de generar. Como es lógico, cuánto mayor sea su caché, mayor será la prima solicitada a pagar e, igualmente, mayores serán las cantidades aseguradas.

Cláusulas y exclusiones

Un aspecto que hay que tener muy en cuenta a la hora de suscribir uno de estos seguros es conocer las cláusulas del contrato pues las entidades suelen contemplar bastantes circunstancias que excluirían del cobro. Las aseguradoras pagan si el problema está provocado por un accidente ajeno a la intencionalidad del asegurado y puede producirle la invalidez permanente o temporal. La indemnización también se recibe cuando el daño se produce por la ingestión de gases o vapores. Sin embargo, la compañía no suele indemnizar cuando las lesiones provengan de una enfermedad ya existente. Además, se excluyen aquellos accidentes debidos a catástrofes, intentos de suicidio o incluso a la participación del asegurado en huelgas, manifestaciones, peleas o actos delictivos.

En el caso de sufrir un accidente, la entidad evaluará el alcance del mismo y la lesión que provoca en el miembro asegurado para calcular el alcance de la indemnización. El pago será el 100% establecido cuando la gravedad sea tal que provoque la invalidez permanente.

Famosos asegurados

En el mercado, es sencillo localizar famosos que cuentan con un seguro que cubre alguna parte de su cuerpo, como la cara o las piernas, sus cotizadas herramientas de trabajo. Sin ir más lejos, hace pocos días, la firma de un seguro para el baloncestista Jorge Garbajosa, suscrito con la entidad española Mutua Madrileña, le ha permitido jugar el último campeonato de Eurobasket: su equipo americano, los Toronto Raptors, le impedía jugar a no ser que se asegurara su tobillo, recientemente lesionado. Finalmente, Garbajosa consiguió firmar una póliza de 600.000 euros, que cubriría a su equipo americano con una cantidad ‘astronómica’ pero no revelada, en caso de que sufriera una nueva lesión.

El futbolista David Beckham tiene aseguradas sus piernas en 40 millones de dólares y todo su cuerpo por 150 millones de dólares. El cantante Luis Miguel también tiene asegurada su voz y su cuerpo por 7,5 millones de dólares y Jennifer López sus piernas, en seis millones de euros. En el pasado, también el conocido actor, cantante y coreógrafo Fred Astaire evaluó sus piernas en 300.000 dólares. En teoría, estas extraordinarias cantidades son proporcionales a los ingresos que recaudan estas ‘estrellas’ y que basan en la explotación de esas determinadas partes de su cuerpo, la fuente de sustento de su economía familiar.

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