Cambio de banco

Al cambiar de banco, se puede ganar dinero con depósitos remunerados y dejar de pagar comisiones
Por Elena V. Izquierdo 6 de marzo de 2012
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Imagen: Sergio

Por no cambiar de banco, miles de personas pierden dinero cada año. Abonan comisiones por el mantenimiento de su cuenta, tienen unas cuotas muy elevadas en su préstamo hipotecario, utilizan tarjetas de crédito por las que pagan semestralmente y cada vez que hacen una transferencia le entregan a la entidad un porcentaje del importe. Muchos clientes depositan aún su capital en el mismo banco porque han trabajado con esa empresa durante mucho tiempo; otros consideran que las gestiones para llevar los ahorros a otro establecimiento son tediosas. Pero los trámites de un cambio de banco no son tan complicados como la mayoría de la gente piensa y las ganancias pueden ser elevadas.

Antes de cambiar de banco

Antes de irse a otra entidad, hay que realizar una serie de cálculos sencillos:

Conviene elegir una entidad que no cobre comisiones

  • Hacer cuentas y calcular cuánto se paga cada año en el banco actual.
  • Comparar productos. Se puede hacer en primer lugar por Internet, mediante la visita a las páginas web de las entidades. Después de descartar los bancos más caros, es recomendable consultar en las entidades físicas o contratar el producto on line.

  • Si se quiere ahorrar, conviene elegir un banco que no cobre por depositar dinero en una cuenta, por tener tarjeta de crédito o por realizar otras operaciones.

  • Hay que comprobar que el banco inicial no pueda penalizar al cliente si se marcha. Cuando una hipoteca o un depósito obligue a cumplir determinados requisitos, es mejor esperar, salvo que las condiciones del otro establecimiento compensen la penalización.

  • El cambio no tiene por qué ser para siempre. Se puede trabajar de modo temporal con un banco, beneficiarse de las condiciones que ofrece en inicio y, cuando estas empeoren, irse a otra entidad.

Cambio de banco: ¿cómo hacerlo?

En realidad, el proceso no es tan tedioso como se piensa. Solo hay que seguir una serie de pasos antes de abandonar de modo definitivo la entidad:

Con la orden de transferencia de pagos se recibe el dinero en el nuevo banco de forma gratuita

  1. Abrir una cuenta en otro banco o caja

    Es lo primero que hay que hacer para poder traspasar el dinero y empezar a trabajar con la nueva entidad. Conviene realizarlo antes de terminar la relación con el otro banco. Hay que acudir a la sucursal elegida, presentar el DNI y solicitar la apertura de una cuenta.

    También es posible hacerlo por Internet. En este caso, se rellena un formulario con los datos personales y se envía por correo la documentación requerida. Es tan seguro como hacerlo en una sucursal.

  2. Cambiar la domiciliación de la nómina

    Si el sueldo se recibe en otra entidad y se piensa cerrar la cuenta, hay que trasladar la nómina. Para hacerlo, basta con acudir al departamento de recursos humanos de la empresa y dar el nuevo número de cuenta.

    En el caso de la prestación por desempleo o la pensión, hay que acudir al organismo correspondiente. Conviene recordar que, en general, las nóminas se preparan con unos 20 días de antelación, por lo que no se debe cerrar la cuenta antes de haber recibido el dinero en el nuevo banco.

  3. Cambiar todos los recibos

    Se puede llamar por teléfono a la compañía o personarse en una oficina con el nuevo número de cuenta. En muchos casos, el nuevo banco también se ofrece a cambiar la domiciliación. Para que lo hagan, hay que llevar el último recibo y la entidad se encarga de las gestiones.

    Es importante poner especial atención a las facturas que no llegan mes a mes, como puede ser el seguro del coche o el pago del impuesto de basuras, porque es frecuente olvidarse de ellas y, después, al no tener dinero en la cuenta, llegan con recargo.

  4. Cancelar las tarjetas

    Hay que pedir en la entidad que se cancelen todas las tarjetas. No hay que olvidar las que se tengan por duplicado, las que el banco haya enviado a casa sin pedirlas, las de débito y las prepago.

  5. Sacar el dinero

    Hay varias formas de sacar el dinero e ingresarlo en el nuevo banco.

    • En metálico. Basta con ir a la entidad y pedir el dinero. Si la cantidad es elevada -superior a 3.000 euros, aunque varía según el establecimiento-, hay que avisar a la sucursal con unos días de antelación para que tenga el dinero preparado. De lo contrario, es posible que no se pueda obtener ese día y haya que esperar. Esta opción conlleva el riesgo de robo en el camino entre una y otra entidad.
    • Con un cheque. Si el titular tiene chequera y puede usarla de forma gratuita, tiene la opción de sacar todo su dinero con este medio de pago, más seguro que llevarlo en metálico.

    • Con una transferencia. El cliente ha de tener en cuenta que, si la entidad le cobrará por realizar transferencias, pagará una comisión que puede alcanzar 50 euros por un traspaso de 15.000.

    • Orden de transferencia de pagos. Es el método más recomendable, por ser del todo seguro y gratuito para el usuario. Solo hay que acudir al nuevo banco con el número de cuenta de la anterior entidad y solicitarles que sean ellos quienes pidan el dinero. Gracias al convenio establecido entre la mayoría de los establecimientos financieros para no cobrarse entre sí, a menudo, la orden de transferencia es gratuita. Lo habitual es que haya un plazo de tres días para que el banco que se deja acepte el traspaso del dinero.

  6. Cerrar las cuentas

    Es el último paso antes de abandonar la entidad. Una vez comprobado que todos los recibos están cambiados, que la nómina se recibe en el otro banco y que el dinero ha llegado a la nueva entidad, se cierra la cuenta.

    Si se deja con saldo cero o con unos cuantos euros, el cliente corre el riesgo de que le cobren intereses por el mantenimiento y, al quedar en descubierto, una comisión que después tendrá que pagar. Por este motivo, el cierre de las cuentas es uno de los pasos más importantes.

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