Cada vez es más frecuente que, como estrategia comercial, los bancos pidan la nómina para formalizar cualquier clase de financiación personal. Si no se puede cumplimentar esta demanda, se tendrá mucho más complicado mejorar las condiciones del contrato. Para conocer cuál es el escenario actual, en este artículo se abordan las características de los créditos sin nómina. Si este es su caso, prepárese para acceder a una oferta bancaria mucho más exigente, con más gastos en su gestión y en la que no alcanzará los tipos de interés más competitivos del mercado; es decir, puede olvidarse de tener un trato preferente.
¿Un crédito sin la aportación de una nómina? Esta es una de las posibilidades que en estos momentos tiene el usuario bancario para acceder a la financiación de las entidades. Su formalización será mucho más exigente que cuando se presenta un sueldo para respaldar la operación. Pero, en cualquier caso, no está de más conocer las características de estos préstamos, por si en alguna ocasión se necesitan para sufragar cualquier necesidad, desde comprar un electrodoméstico a saldar una deuda ante terceras personas. ¿Desea saber qué se encontrará a partir de este instante? Pues apúntese las ideas que aportan estas líneas de crédito.
Mayores exigencias en su formalización
Los préstamos sin nómina no son tan accesibles para los usuarios. Por el contrario, requerirán otra serie de avales más exigentes: entre ellos, la garantía de bienes materiales, una cuenta muy saneada o incluso algún otro nivel de vinculación con el banco. No es tan sencillo acceder a estos créditos y, si no se cumple con el perfil de la demanda, la respuesta es probable que sea negativa. Entonces habrá que aportar un perfil impecable como cliente y, por supuesto, con un saldo en la cuenta corriente muy saneado.
Sin bonificaciones en los intereses
Si lo que está buscando es una rebaja en el tipo de interés que aplicar al crédito, ya puede olvidarse de esta idea. No generan ninguna clase de bonificación y tan solo podrá acceder a las condiciones habituales de este modelo de productos bancarios. Es más, en buena parte de los casos tendrá que asumir una o varias comisiones para que admitan la demanda. Este factor encarecerá la línea de financiación en hasta un 2% sobre el importe requerido. Las mejores ofertas, en definitiva, no estarán a su alcance.
Mayores comisiones en la contratación
Tendrá mucho más complicado conseguir un crédito que esté exento de alguna comisión o gastos en su gestión mantenimiento. En este sentido, con los préstanos sin nómina será más difícil que genere ahorro en el momento de su contratación. Recuerde que las entidades bancarias priman la vinculación de sus clientes por encima de otras consideraciones. Por lo tanto, probablemente no tendrá ningún trato preferente para gestionar este producto financiero, y mucho menos si incumple los plazos para abonar las cuotas mensuales.
Los recibos domésticos como sustitutos
De todas formas, no lo tiene todo perdido para mejorar las condiciones del contrato. En algunos formatos puede valerse de una vinculación a través de las facturas del hogar (agua, luz, gas, etc.). Con su domiciliación podrá mejorar el tipo de interés, eliminar comisiones y hasta personalizar el plazo de amortización. Así y todo, se verá obligado a contratar otros productos financieros (plan de pensiones, seguros, fondos de inversión, etc.) para alcanzar los objetivos con una oferta mucho más competitiva que si no aporta nada.
Un producto que no requiere en ningún caso de la aportación de una nómina son los créditos rápidos impulsados desde las plataformas financieras. No es necesaria la acreditación de ninguna clase de ingresos regulares. Pero, a cambio, presentan unas condiciones en su contratación muy duras, sobre todo porque aplican un tipo de interés por encima del 15% y fuertes penalizaciones por el incumplimiento de los pagos.
Otra de las características más relevantes de esta línea de crédito tan especial es que los importes son de pequeña cuantía; casi siempre para demandas por debajo de 1.000 euros. También dan unos plazos para su devolución muy ajustados, ya que habitualmente habrá que finiquitar la operación en muy pocos meses. Se genera así un fuerte riesgo por las situaciones de impago o incumplimiento de algunas cláusulas del contrato, en el que será muy importante revisar la letra pequeña del préstamo que se desea suscribir.