Depósitos para verano

Aunque las imposiciones a plazo son una inversión segura, apenas rentan un máximo del 2% y solo para nuevos clientes y aportaciones
Por José Ignacio Recio 18 de julio de 2013
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Imagen: Kok Leng Yeo

La estrategia para salvaguardar sin riesgo los ahorros en verano pasa por buscar acomodo en imposiciones a plazo para despreocuparse estos meses de la evolución de los mercados y asegurase una rentabilidad fija, aunque muy pequeña. El máximo que se puede conseguir a través de estas propuestas de ahorro apenas supera el 2%, y siempre van destinadan para nuevos clientes y aportaciones; para clientes de siempre, baja hasta el 1,5%. A continuación se enumeran las propuestas de depósitos que las entidades bancarias ofrecen para este verano.

Resguardar el ahorro en verano

Durante los meses de verano, las posibles turbulencias y volatilidad de los mercados financieros (tanto de renta fija como variable) propician que los pequeños y medianos ahorradores se centren en productos más seguros y con menor margen de riesgo, con los que puedan resguardar sus ahorros con mayores garantías.

Las imposiciones a plazo son productos fáciles de contratar y solo en algunos casos exigen vinculación con la entidad

La estrategia pasa, en estos casos, por buscar acomodo en imposiciones a plazo para despreocuparse en estos meses de la evolución de los mercados y asegurarse una rentabilidad fija, aunque sea muy pequeña. El máximo que se puede conseguir a través de estas propuestas de ahorro apenas supera el 2% y, además, estas ofertas solo van destinadas a nuevos clientes y aportaciones. De no ser así, los intereses bajan hasta el 1,5%.

Son productos fáciles de contratar, que solo en algunas propuestas necesitan algún grado de vinculación con la entidad emisora. Por otra parte, las aportaciones a estos depósitos están adaptadas a todos los perfiles de usuarios, ya que se pueden suscribir desde 300 euros, y cuentan con la ventaja de que en algunas sugerencias se pueden cobrar los intereses de forma anticipada para disponer de mayor liquidez en la cuenta corriente.

Depósitos para aportaciones nuevas

Dentro de la oferta para nuevos clientes o aportaciones es donde se encuentran las mejores propuestas.

En concreto, Caja Laboral presenta el Depósito Max, que brinda un 2,25% T.A.E. y sin comisiones. Además, permite una total disponibilidad del dinero y una liquidación de intereses mensual. No obstante, esta propuesta de ahorro está supeditada a la contratación de la Cuenta Max u otras similares.

El Depósito Naranja que comercializa la Caja de Ahorros de la Inmaculada parte de una rentabilidad del 2,16% T.A.E., aunque es preciso tener domiciliada la nómina con la entidad. Va ligada a la contratación por Internet o teléfono y se puede suscribir para aportaciones superiores a 1.000 euros, con la liquidación de intereses a su vencimiento.

El Depósito Activo Bank Plus mantiene las mismas constantes a su diseño, pero reduce su rentabilidad hasta el 1,5% T.A.E., aunque sin comisiones por cancelación anticipada y con una aportación mínima a partir de 3.000 euros.

Dentro de esta estrategia comercial se encuadra el Depósito Ahora, de Unicaja, con la misma remuneración a sus titulares (1,50%), aunque para importes mínimos más exigentes, siempre desde los 12.000 euros. Es otra propuesta que, en caso de solicitar la cancelación de forma anticipada, tendrá un nuevo cálculo de la imposición al 1% desde la fecha de su apertura y hasta la de la cancelación.

También con el mismo tipo de interés se mantiene en el mercado bancario el Depósito Gasol, cuya aportación mínima es asequible para numerosos hogares, a partir de 300 euros. No exige vinculaciones. Contempla el modelo anterior para su cancelación anticipada, y la liquidación de interés es mensual.

Depósitos para todos los clientes

Hay depósitos cuyos destinatarios son todos los clientes antiguos del banco o caja de ahorros, aunque con una reducción de rentabilidad, que alcanzan el 1,5% en sus modelos más satisfactorios. Es lo que BFA Bankia ofrece a través del Depósito Fácil, para aportaciones mínimas desde 6.000 euros y con una liquidación de intereses trimestral. En caso de cancelación anticipada, se aplicará sobre el capital reembolsado un tipo de interés proporcional al tiempo transcurrido desde el inicio de la imposición, con un mínimo del 0,75%.

Suscribir uno de estos depósitos no genera rentabilidad, pero proporciona seguridad y tranquilidad durante las vacaciones

El Depósito Plazo Net 90, de Caja España-Caja Duero, baja más aún el interés (hasta el 1,40%) para una aportación mínima de 2.000 euros, y sus titulares recibirán los intereses al vencimiento.

El Depósito Oficina Directa es otra alternativa para estos casos, pues genera un interés del 1,25% T.A.E., para aportaciones de 5.000 euros que se abonan al vencimiento.

El Depósito on line, de BBVA, resulta una propuesta similar que ofrece una T.A.E. del 1,15%, para aportaciones desde 1.000 euros y con liquidación a su vencimiento. Solo se puede contratar a través de la Red.

También bajo estas características de contratación se comercializa el e-Depósito de CatalunyaCaixa, que baja la rentabilidad hasta el 1%, a partir de 1.000 euros, y sin comisiones de cancelación. Contempla la liquidación de intereses de forma mensual y solo se puede suscribir por Internet.

Con estas mismas condiciones se incluye el Depósito On line del Banco Sabadell, aunque en esta ocasión con un 0,95% T.A.E. de oferta y con liquidación al vencimiento, sin que se permita su cancelación anticipada. Se puede suscribir desde 600 euros.

Por último, con estas mismas constantes comerciales, se puede contratar el Depósito Uno-e, cuya rentabilidad es del 0,85% a su vencimiento, pero que en el caso de que haya cancelación anticipada total o parcial se rebaja hasta el 0,10%.

Eliminar riesgos

La suscripción de uno de estos depósitos no genera un rendimiento espectacular, pero dará tranquilidad al asegurar una rentabilidad fija, pase lo que pase en los mercados financieros en estos meses.

Además, a su vencimiento, los ahorros habrán rentado entre un 1% y un 2%, y ya será momento de valorar si se traslada el dinero a la renta variable, o es más adecuado dirigirlo a algún producto de renta fija que dé mayor rentabilidad.

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