El deseo de los inversores este verano es que sus ahorros rindan durante las vacaciones. Una operación que se prevé compleja, tras la caída en más ocasiones de las deseables del Ibex-35, que ha llegado este curso hasta la barrera de los 6.000 puntos y que, a pesar de los repuntes de última hora, cotiza con un descenso superior al 17% desde primeros de año. Esto ha propiciado que muchos ahorradores se hayan quedado “enganchados” en su inversión, con su precio actual muy por debajo del de compra. ¿Qué estrategia pueden seguir estas vacaciones para mantener su capital? El modo de actuación dependerá de si se ha tomado posiciones hace poco con vistas a una recuperación de la Bolsa, si se encuentra a la expectativa de entrar en los mercados bursátiles o si su cartera de valores cuenta con minusvalías profundas.
Cautela con la renta variable
Este verano no es como los anteriores. Los problemas que acechan al sistema financiero español han sido uno de los detonantes de que la renta variable nacional se haya desplomado en los últimos meses, con pérdidas inasumibles para numerosos inversores, que constatan cómo sus acciones pierden el 25%, el 30% e incluso el 60% (en el caso concreto de Bankia) de su valor.
También la deuda griega, los problemas internos de la Unión Europea y el tono bajista de los mercados bursátiles, en general, se han erigido en factores de gran peso específico en la evolución negativa de los índices bursátiles tanto nacionales como internacionales.
No obstante, el acuerdo de la Unión Europea para recapitalizar la banca de manera directa ha propiciado un mayor optimismo entre los inversores, ya que ha habido subidas en el índice selectivo nacional de más del 5% y se ha superado la barrera de los 7.000 puntos.
A pesar de ello, este verano habrá que ser más cauteloso con los ahorros invertidos en la renta variable. Las estrategias que se deben seguir dependerán de si se está en liquidez, si se está invirtiendo desde primeros de año o antes o si hizo sus primeras tomas de posiciones en las últimas semanas, aprovechando los bajos precios con que cotizan las acciones de las empresas.
Qué estrategias bursátiles se pueden seguir
La situación de cada ahorrador exigirá una estrategia diferente y particularizada:
Inversores en liquidez: quienes no dispongan de sus ahorros en Bolsa, lo mejor que pueden hacer es seguir fuera. Los meses estivales no son los más oportunos para entrar y es más aconsejable esperar a la vuelta de las vacaciones para saber con más fiabilidad cuál es el estado real de la renta variable. Entonces se sabrá también si se pueden hacer compras selectivas o dejar cerrado el año sin invertir en Bolsa y dirigir los ahorros hacia otros productos financieros (depósitos, fondos de inversión, pagarés bancarios…).
Compras de última hora: los inversores que se hayan decantado por hacer compras en Bolsa en las últimas semanas, aprovechando los bajos precios con que cotizan las empresas, pueden mantenerlas durante los meses de verano, pero deben aplicar ciertos mecanismos de defensa. Uno de los más efectivos es recurrir a la orden «stop loss» para evitar que las pérdidas puedan agudizarse de forma dramática. Esta orden de venta debe tener en cuenta hasta qué cantidad puede asumir minusvalías el pequeño inversor.
Si las últimas compras se encuentran en terreno positivo, lo mejor será mantenerlas si continúa el espectacular rebote tras las últimas noticias provenientes de Bruselas.
En posiciones compradoras: los pequeños y medianos inversores que tengan sus acciones desde hace más tiempo (y estarán en fuertes pérdidas) son quienes peor lo tienen para afrontar estos meses de verano con calma. Si no necesitan el dinero, lo más conveniente es esperar a que la situación de la renta variable cambie de manera definitiva en las próximas semanas y puedan realizar una venta con garantías.
Por el contrario, quienes necesiten algo de liquidez y contemplen pérdidas menos fuertes, pueden realizar ventas parciales en los rebotes que la Bolsa desarrollará con casi total seguridad en los meses de estas vacaciones.
