Más que nunca las carteras de inversión para la última mitad del año deben estar confeccionadas con mucha precaución, con el objetivo de preservar los ahorros, y preparadas ante una excesiva volatilidad en los mercados financieros que pueda depreciar el patrimonio de las familias durante este periodo. Dotar de mayor flexibilidad a las operaciones, diversificar los activos financieros y decantarse por los modelos más seguros serán algunas de las claves para conseguir los fines propuestos. Este artículo ofrece cinco consejos para tener la mejor cartera de inversión.
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El segundo semestre de 2016 no será un periodo fácil de encarar para rentabilizar los ahorros. Las muchas dudas que ofrece la economía europea, la política monetaria a uno y otro lado del Atlántico y los beneficios empresariales marcarán el devenir de los mercados de renta variable durante los próximos seis meses. Para no verse involucrados en situaciones poco deseables para los intereses de los pequeños inversores, no habrá más remedio que buscar la seguridad por encima del rendimiento que pueda conseguirse en las operaciones. De una u otra forma, se logrará adoptando las siguientes líneas de actuación.
1. Invertir en plazos
Si hay algo en lo que coinciden los analistas financieros es que durante este tiempo habrá muchas alternativas en los mercados, combinándose las tendencias alcistas con las bajistas, incluso con excesiva virulencia. Para sacar rendimiento de este escenario, habrá que ser muy selectivo en las compras en renta variable y más aún en tomar posiciones, por lo que habrá que aprovechar los muchos recortes que se producirán en las bolsas para optimizar las operaciones.
Esta estrategia se potenciará con un incremento de la liquidez en buena parte del segundo semestre del año a fin de beneficiarse de las oportunidades que brindarán los mercados.
2. Buscar la rentabilidad
En renta variable, es algo casi imposible de conseguir. No obstante, hay un recurso al que pueden acogerse las familias y que nunca falla: abrir posiciones en valores que concedan un alto rendimiento a sus accionistas por dividendos. Si se lleva a cabo esta fácil estrategia en la inversión, podrá generarse todos los años por encima del 5%, con independencia de cómo coticen sus acciones y sin ningún riesgo, a pesar de estar posicionados en los mercados bursátiles.
3. Inversiones flexibles
No hay que estar en productos ni en modelos de inversión estáticos que, ante cualquier incidencia negativa en los mercados, puedan afectar de gravedad al estado de los ahorros, sino más bien lo contrario: bajo formatos flexibles que puedan adaptarse con rapidez a los nuevos escenarios económicos y con excelentes niveles en su rendimiento. Desde esta perspectiva, los fondos de inversión que cumplan con esta característica serán los más adecuados para enfocar la inversión en un entorno de gran incertidumbre como el que se presenta hasta finales de año.
4. Optar por los valores refugio
Si durante los últimos seis meses del año la evolución de la renta variable fuese peor de la prevista, no quedará otra que acudir a los activos financieros que estén ejerciendo de refugio para los ahorros. Uno de los más destacados es el oro, que durante todo el año no ha parado de subir, ante la debilidad de otros modelos de inversión. Y, por otro lado, están los activos de gran seguridad en estos escenarios adversos cuyo mejor representante es el bono alemán, pues ofrece un potencial de rendimiento por encima de otros productos financieros.
5. Sectores defensivos, la apuesta más segura
Tampoco puede olvidarse que puede conformarse la cartera de inversión a través de los valores más defensivos de los mercados de renta variable. Sectores como la alimentación, la electricidad y las autopistas conllevan comportamientos mejores en los escenarios adversos que el resto de componentes, sin brindar una volatilidad muy acusada en sus precios, lo que los hacen ser muy recomendables para los inversores que desean huir del riesgo.
Una estrategia en la inversión que está imponiéndose entre los ahorradores más defensivos consiste en tratar de rentabilizar todos los escenarios económicos, tanto en mercados claramente expansivos, como en periodos recesivos, y sin ninguna limitación. Pocos modelos ofrecen tal posibilidad.
Uno de ellos son los fondos de inversión de retorno absoluto. Mantienen esta característica para que pueda ser contratada por sus clientes. Muchas gestoras los han incorporado a su oferta, con formatos de toda naturaleza, pero con un mismo objetivo: aprovechar todas las oportunidades que se generan desde los mercados financieros. Puede servir de complemento a otros productos contratados, tanto de renta variable como fija, y en una proporción que irá en función del nivel de riesgo que presente el cliente de cara a finales de año.
