Nuevos billetes de euro

El Banco Central Europeo (BCE) planifica diseñar nuevos billetes de euro que entrarán en circulación en 2010 para prevenir las falsificaciones
Por Lucía F. Gorosito 19 de junio de 2007

ImgImagen: Sanja Gjenero

Desde que se crearon los billetes de euro se han diseñado una serie de mecanismos para hacer más difícil su falsificación. Sin embargo, a pesar de que el BCE -máximo organismo regional en materia monetaria- confía en las medidas de seguridad que presenta la moneda común, es consciente de que no son suficientes para evitar las falsas reproducciones. «El conocimiento que los falsificadores tienen de los dispositivos de seguridad va creciendo con el paso del tiempo». Así de consciente es el BCE de que el número de falsificaciones es un problema cada vez más presente en nuestra sociedad. De ahí que haya decidido llevar a cabo una medida que apunta, por una parte, a mejorar las condiciones de identificación para los ciudadanos, y por otra, a evitar el incremento de las falsificaciones, que se han mantenido constantes desde que el euro se posicionó como la moneda europea. En el transcurso de 2006 el BCE ha retirado de circulación 300.000 billetes -el 44% de 20 euros y un 35% de 50 euros-, por un total aproximado de 18 millones de euros.

El objetivo primordial de la modificación de la moneda es facilitar a los ciudadanos la distinción entre los billetes auténticos y los falsos a simple vista, por ejemplo en los comercios, en el taxi o en los sitios con poca iluminación. Para lograrlo el BCE está consultando con grupos de usuarios para determinar las mejores características posibles en este sentido. Además, la entidad busca conseguir que los nuevos billetes sean más cómodos de usar.

En el transcurso de 2006 el BCE ha retirado de circulación 300.000 billetes por un total de 18 millones de euros

Los flamantes billetes seguirán contando con los mismos valores nominales: el más pequeño será de cinco euros y el más grande de 500, e incluirán nuevas medidas de seguridad, pero con el mismo formato y color actuales. La incorporación de la «nueva» divisa se hará de manera paulatina en los próximos tres años. Por otro lado, se retirarán de circulación los billetes antiguos en un plazo que aún no está especificado.

Claves para no caer en el timo

Hasta que comiencen a circular los nuevos billetes, es fundamental seguir una serie de pasos para determinar si estamos ante una imitación. Para ello se han de analizar determinadas «huellas» impresas en la moneda, unas marcas que le otorgan la condición de autenticidad y que incluyen mirar, tocar y girar los billetes.

El proceso de impresión de los billetes de euro -denominado «calcográfico»-, y la calidad del papel otorga a la moneda unas características que son sensibles al tacto. Están fabricados con un papel de fibra de algodón: un material resistente y a la vez áspero. Además contienen inscripciones en relieve realizadas con una tinta que les confiere un grosor determinado para facilitar su identificación.

La moneda europea posee cuatro distintivos susceptibles a la vista:

  • Motivo de coincidencia: en la parte izquierda superior los billetes presentan líneas discontinuas que forman el número que representa su valor. Para verlo se ha de observar el billete a contraluz.
  • Marca de agua: es una huella impresa que se realiza por la superposición de diversos grosores de papel. Es fácilmente identificable a contraluz o colocando el billete sobre una superficie oscura
  • Hilo de seguridad: es una franja estrecha y larga en donde, a contraluz, aparece la palabra euro y el valor del billete.
  • Punteado: al observar el billete al trasluz se puede apreciar un parche holográfico que revela el símbolo del euro junto con la cifra de valor.

Otra de las claves imprescindibles es inclinar los billetes para visualizar las marcas que le confieren autenticidad. Así es posible divisar el parche holográfico que posee la moneda y que cambia de forma cuando se mueve. Además, la tinta también varía su color: cuando se inclina el billete la cifra modifica su tonalidad pasando de morado a verde o a marrón.

Cómo actuar ante falsificaciones

Frente a un billete falso, el ciudadano debe dirigirse a una oficina bancaria o a las dependencias policiales con el fin de determinar si se trata o no de un ejemplar ilegítimo. En caso de que se confirme la falsificación, se retirará el billete de circulación pero no se le reembolsará el valor al propietario. Sí se necesitara la realización de un análisis exhaustivo, se le entregará al cliente un recibo en donde se acredite la entrega hasta que se compruebe, al cabo de tres semanas, la autenticidad.

También es posible enviar los billetes por correo al Banco de España (BE) rellenando un formulario, que está disponible en la página web de la entidad ( www.bde.es ), en el que se precisan los datos del solicitante y la cuenta bancaria para depositar el importe si fueran legítimos.

Sustitución de billetes

Si bien el material con el que están fabricados es resistente al continuo intercambio diario, los billetes pueden romperse, gastarse, ensuciarse y hasta lavarse por error. Por ello, el BCE aconseja que cuando presenten un notable deterioro se renueven. Esta permuta puede realizarse en el Banco de España o en cualquier otra entidad crediticia.

También pueden cambiarse los billetes que muestren defectos de fabricación o que estén parcialmente mutilados, quemados o desfigurados. El BE los sustituirá por otros nuevos, y de manera gratuita, siempre que no estén dañados en “más de la mitad de la superficie original del billete”. Si el banco considera que la destrucción parcial se ha producido de manera natural, abonará el valor en efectivo o por medio de transferencia bancaria.

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