Las tarjetas balance transfer o con servicio de transferencia de saldo ya están disponibles en el escaparate bancario español. La ventaja de este tipo de tarjetas reside en la posibilidad de solicitar una transferencia de saldo para cancelar las deudas que se hayan contraído con los emisores de otros “plásticos” y financiarlas con un interés mucho menor, del 0% en muchos casos, por lo que se puede decir que son tarjetas que ayudan a ahorrar, siempre que se usen de forma adecuada. En este artículo encontrará qué son las tarjetas transfer, cuánto nos permiten ahorrar y los tres puntos en los que fijarse antes de contratarlas.
¿Cómo funcionan las tarjetas balance transfer?
Si bien las tarjetas de crédito con servicio de transferencia de saldo son bastante desconocidas en España, su modelo lleva años funcionando en países como el Reino Unido o los Estados Unidos donde los principales bancos hace tiempo que las comercializan.
Su funcionamiento es bastante sencillo. El servicio de transferencia de saldo, llamado balance transfer en inglés, es una ventaja extra asociada a una tarjeta de crédito que permite realizar un traspaso de saldo con el objetivo de cancelar las deudas que se tengan con otros «plásticos». Una vez liquidadas las deudas de las otras tarjetas, el dinero se devuelve en cuotas mensuales con un tipo de interés muy atractivo, normalmente del 0%.
Se trata de un servicio que beneficia tanto a las entidades de crédito, que les permiten atraer y ganar nuevos clientes seducidos por la posibilidad de quitarse de encima sus deudas al 0% TIN, como a los clientes, que pueden ahorrar dinero gracias a la diferencia entre el tipo de interés que les aplica la nueva tarjeta y el tipo de interés que les aplicaba la tarjeta con la que tenían la deuda.
¿Cuánto se puede ahorrar?
Para saber cuánto se puede llegar a ahorrar con este tipo de tarjetas, lo mejor es poner un ejemplo.
Imaginemos que un cliente ha contraído una deuda de 3.000 euros con su banco a través de su tarjeta de crédito. Su intención es pagarla a plazos, en cuotas mensuales durante un total de 12 meses. Su banco le aplica un tipo de interés del 25% TIN, un interés muy habitual, aunque las mejores tarjetas del mercado tienen intereses mucho menores.
En este caso, la cuota mensual que el cliente debería abonar sería de 285,13 euros y, una vez liquidada la deuda, la suma total que hubiese pagado entre capital e intereses alcanzaría los 3.421,56 euros.
Ahora imaginemos que ese cliente contrata una tarjeta balance transfer que permite transferir saldo para saldar otras deudas y devolverlo en hasta 12 meses con un interés del 0% TIN. El cliente en cuestión contrata su nueva tarjeta, solicita a su nuevo proveedor una transferencia de 3.000 euros y cancela la deuda del otro «plástico». Decide devolver el saldo dispuesto también en cuotas mensuales repartidas en 12 meses, aunque en este caso con un interés del 0% TIN.
Con las condiciones anteriores, la cuota mensual sería de 250 euros, 35,13 euros menos que en el caso anterior, y al final devolvería 3.000 euros, lo que supondría un ahorro de 421,56 euros.
Tres puntos antes de contratar una tarjeta balance transfer
Como ocurre con cualquier otro producto financiero, es importante leer atentamente la letra pequeña y, en este caso, prestarle especial atención a estos tres puntos:
- Cuotas de emisión y de renovación: es importante averiguar qué costes de emisión y de mantenimiento tiene la tarjeta. Algunas tarjetas son gratis siempre; otras lo son el primer año y los siguientes depende del uso que se les dé; y otras, directamente, tienen cuotas de emisión y de renovación. Antes de firmar hay que analizar si lo que se ahorra por un lado, no se va en concepto de comisiones, ya que en ese caso la operación tendría poco sentido.
- Comisiones de servicio: el servicio de transferencia de saldo asociado a las tarjetas de crédito puede tener un coste de gestión que normalmente se aplicará en forma de tanto por ciento sobre el saldo dispuesto. Así, volviendo al ejemplo anterior, si se solicita una transferencia de 3.000 euros, la entidad podría cobrar una comisión de, por ejemplo, el 3% sobre el dinero transferido. Una vez más, hay que ver si sale a cuenta.
- Interés pasado el plazo promocional: el interés del 0 % es un interés promocional y tiene una duración determinada, que suele oscilar entre los 12 y los 24 meses. Es importante prever en cuánto tiempo se va a devolver el dinero ya que, pasado el periodo introductorio, al dinero que reste para saldar la deuda se le aplicará el interés habitual de la tarjeta, que puede superar el 20%, así que lo ideal es devolver el dinero en el plazo promocional.