Tarjetas. Derechos y obligaciones

El uso de este medio de pago es una opción muy utilizada por la gran mayoría de los ciudadanos. Pero, en ocasiones, no se tiene claro cuáles son los derechos y obligaciones que otorga.
Por EROSKI Consumer 9 de diciembre de 2004

El usuario de tarjetas está obligado a reembolsar a la entidad las disposiciones y pagos que se hayan hecho con ellas mediante el adeudo. Y si se ha solicitado un crédito con la tarjeta se incluyen los intereses correspondientes. Por otra parte, se debe utilizar el instrumento conforme a las condiciones de uso, dentro de los límites de tiempo y de cantidad, y no puede revocar una orden ya cursada, salvo que no se conociera el importe en el momento de darla. También se tiene la obligación de preservar la seguridad con una buena custodia, incluida la clave.

Asimismo, se debe notificar sin demora cualquier circunstancia que afecte a la tarjeta. Primero puede hacerse telefónicamente para que la emisora proceda a anularla. El titular responde de los daños o perjuicios que resulten de la pérdida, falsificación o robo del medio hasta el momento en que lo comunique y sujeto a un límite máximo que no exceda de 150 euros, salvo negligencia grave. A partir del aviso, se hará cargo la caja o banco, excepto si el titular actúa de forma fraudulenta.

Las comisiones son una importante vía de generación para los bancos, ya que tendrá que pagarlas el usuario. Existen dos tipos: la de emisión o renovación, aunque en algunas entidades se puede negociar su importe, incluso pueden llegar a ser gratuitas; y la comisión por retirada en efectivo en otros cajeros y sucursales. A parte de éstas, el usuario también tiene que hacer frente a los gastos de mantenimiento.

Cuando se paga con tarjeta al adquirir bienes o servicios en comercios existe la obligación de mostrar el DNI. Estos establecimientos tienen que comprobar la identidad del titular y la coincidencia de firmas entre tarjeta y factura. Y aplicarán los mismos precios que al resto de sus clientes.

Derechos del usuario

Si una entidad financiera envía una tarjeta sin haberla solicitado y cobra por ella se tiene derecho a exigir que se anule dicha operación. Para evitar posibles sustos, es aconsejable comprobar que no se ha realizado cargo alguno a su cuenta.

Al utilizar la tarjeta para realizar compras en establecimientos adheridos se recomienda guardar el extracto de la operación y comprobar que el importe del cargo coincide con el gasto. Si no es así, se podrá reclamar el dinero cobrado de más.

.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube