La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) alertó ayer a los ciudadanos de la gran proliferación de empresas que intentan vender acciones por teléfono y de la posibilidad de que estas ofertas encubran engaños o fraudes.
El regulador español del mercado de valores «aconseja firmemente» que los inversores no decidan compra alguna de valores a una empresa de telemárketing financiero sin antes comprobar que la firma está debidamente autorizada por el regulador de su país de origen y por el del lugar donde pretende realizar la operación, de evaluar con calma la inversión, e, incluso, de buscar un asesoramiento profesional.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores aclaró que para realizar tareas de intermediario o de gestor de carteras de valores se debe contar con la debida autorización del organismo regulador, lo que asegura el control e inspección de las buenas prácticas de las compañías, pues en casi contrario actuarían de forma ilegal y los inversores podrían perder el dinero.
En caso de escapar al control de las administraciones públicas, las firmas de telemárketing pueden intentar vender valores de compañías desconocidas, bien de alto riesgo o bien, incluso, fraudulentas. Además, los autores de las ofertas telefónicas pueden utilizar conductas sancionables si emplean técnicas de presión u otras fórmulas inadecuadas para asegurar la venta.
El mismo portavoz aconsejó a los receptores de las llamadas «ser extremadamente cautelosos si el comunicante promete espectaculares ingresos o beneficios garantizados». Pues añadió, «si la operación propuesta es demasiado buena para ser cierta, probablemente no sea correcta».
En los últimos meses se ha iniciado una fuerte campaña de venta de valores bursátiles por teléfono que ha despertado la atención de la CNMV que ha estado investigando el origen de las operaciones y ha salido a la opinión pública alertando a los inversores sobre el peligro de estas prácticas.
