La industria papelera española recicló un total de 4,5 millones de toneladas de papel (3,9 toneladas procedentes de España y una cantidad adicional importada de otros países) durante 2004, según datos publicados por la patronal del sector Aspapel.
Durante el año pasado, la industria produjo 5,5 millones de toneladas de papel y 2 millones de toneladas de celulosa, lo que supone un incremento del 1,7%. Por su parte, el consumo también se mantiene en niveles similares a los del ejercicio anterior, con un total de 7,2 millones de toneladas de papel y 1,9 millones de toneladas de celulosa, lo que arroja una media de 167 kilos por habitante.
Según el sector, más del 30% de los papeles que hoy emplean los ciudadanos responden a nuevas funcionalidades que hace 10 años no existían, relacionados con la educación, la cultura, el arte, la comunicación, el comercio, la higiene o la sanidad.
La mayoría de los usos del papel son cajas de productos de alimentación y bebidas, entre otros; papeles gráficos (diarios, revistas, libros, folios o cuadernos), y papeles higiénicos, rollos de papel de cocina, pañuelos y servilletas.
España se sitúa en el puesto número 22 en el ranking mundial, muy por debajo de los más de 300 kilos de papel que consume al año un belga, un luxemburgués o un estadounidense.
Exportaciones
La patronal también ha hecho públicos los datos de las exportaciones del sector. Así, España exporta un total de 1,4 millones de toneladas de papel y casi 1 millón de toneladas de celulosa, que se destinan sobre todo a otros países de la UE. Este concepto supone la tercera parte de la facturación del sector.
Según los cálculos de ASPAPEL, la industria española crecerá un 20% en los próximos 3 años, en los que se invertirán 1.200 millones de euros en nuevas tecnologías. El objetivo es reducir las importaciones y aumentar la presencia del papel español en los mercados exteriores.
