La liberalización energética en la UE tiene aún escaso impacto en los precios de la energía, según el Banco Central Europeo

La institución monetaria cree que los Estados deben hacer más para garantizar que haya competencia y beneficiar así a los consumidores
Por EROSKI Consumer 8 de enero de 2005

La liberalización energética emprendida por la Unión Europea (UE) aún tiene un escaso impacto sobre los precios de este sector en la zona euro, aunque algo se empieza a notar, más en la electricidad que en el gas, según el informe de seguimiento del proceso de liberalización de este sector regulado del Banco Central Europeo (BCE). Para acelerar las ventajas y beneficiar a los consumidores, el BCE cree que los Estados miembros han de adoptar una postura más beligerante para garantizar que exista competencia «de hecho».

Aunque más del 70% del mercado de la electricidad y el 80% del gasista están abiertos en la zona euro, la concentración todavía es muy elevada, sobre todo en la generación, de manera que los tres principales proveedores atesoran cuotas del 68% en la electricidad y del 63% en el gas, y esta situación recorta los efectos positivos para los clientes finales.

En el mercado eléctrico, la insuficiente interconexión es otro de los obstáculos. En el gas, la competencia se resiente además por las disparidades en las tarifas de acceso a las redes entre países y regiones, porque la concentración de la producción se extiende a las importaciones de gas entre un pequeño número de empresas y por el lento desarrollo de los centros de distribución de gas.

El BCE ha comprobado que bastantes Estados miembros -España entre ellos- han abierto formalmente sus mercados de la energía a la libre competencia. Otros países, denuncia, no han cumplido el calendario inicial de apertura obligatoria de los mercados. Aunque las empresas deberían haber tenido la posibilidad de elegir libremente sus proveedores de gas y electricidad desde hace medio año, la mayor parte de los países de la zona euro no han adoptado todavía la legislación correspondiente.

Factores externos

El informe revela que los precios del gas y de la electricidad se ven fuertemente afectados por factores no relacionados con el régimen regulador elegido, tales como las fuentes primarias de energía, la evolución de los precios del petróleo y los efectos derivados de las propias políticas que aplica el país, como la imposición indirecta.

Una mayor competencia interna debe reducir los márgenes y facilitar descensos de precios energéticos y beneficios para la economía en general. Así ocurre, aunque en una ligera proporción, según cálculos del BCE. Entre enero de 1998 y octubre de 2004, el precio de la electricidad de la zona euro descendió el 5,6% respecto al índice general armonizado de precios del área, lo que sugiere que la apertura del mercado ha impulsado algunas reducciones de precios. Por el contrario, el precio del gas se elevó el 11,2%.

El informe matiza, no obstante, que el incremento del precio del gas estuvo concentrado en el periodo anterior a la desregulación (1998-2001) y añade que, a partir de 2002, el subíndice del gas ha ido descendiendo en relación con el índice general. En el gas inciden más factores -evolución del petróleo, cotización del euro, mercados internacionales-, y, por añadidura, la apertura es un fenómeno más reciente, cuyos efectos tardarán probablemente algún tiempo en transmitirse a los precios, concluye el instituto emisor.

Según este estudio, es de esperar también que la creación de un mercado único del gas y de la electricidad en la UE reduzca probablemente los diferenciales de precios entre países, que en la actualidad «son considerables» cuando se comparan netos de impuestos.

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