Las asociaciones de consumidores se han puesto en pie de guerra contra el Gobierno tras el anuncio de su propuesta de subir un 1,8% el recibo de la luz que pagan los hogares a partir del próximo mes de julio. A su juicio, este incremento es «excesivo» e «injustificado» y está muy por encima de la inflación.
Para la Federación de Consumidores en Acción (FACUA), la propuesta del Ministerio de Industria es «excesiva». Esta asociación denuncia que la inminente subida, junto con la de enero -del 2,8%- y la que se produzca en octubre -debido a la nueva fórmula de revisión trimestral-, situará el alza para el conjunto del año por encima del aumento que se registró en 2006, que fue del 5,28%.
En la misma línea, la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU) critica que una vez más «los precios van por un lado y los sueldos de los consumidores por otro». Advierte de que los incrementos de precios en productos de primera necesidad, como es la energía eléctrica, «inflan el apartado de gastos de los hogares ahogando la economía doméstica», especialmente si estos aumentos se producen en un escenario de sobreendeudamiento familiar, agravado sobremanera por el continuo crecimiento de los tipos de interés.
Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) acusa al Gobierno de incumplir su compromiso de no elevar la luz por encima del IPC, tal y como manifestó el pasado mes de diciembre. Dice que la subida «injustificada» conocida ayer «se ha tomado para mantener el boyante negocio de las eléctricas, que por una parte alegan un enorme déficit de tarifa y, por otra, presentan envidiables beneficios».
