Por lo que afecta al sector eléctrico, el plan de desinversiones propuesto por Gas Natural prevé la venta de unos activos de generación en España, tanto en funcionamiento como en proyecto, que suman 4.800 MW. Son 2.400 MW de ciclos combinados (50% del total), 1.300 MW de hidráulica (27,1%) y 1.100 (22,9%) MW de térmica clásica (500 MW de carbón y 600 MW de fuel/gas). El traspaso de estas inversiones podría dar lugar al nacimiento de una cuarta eléctrica, que previsiblemente redundaría en mayores ventajas para el consumidor.
En cuanto al conjunto del mercado eléctrico en España, estos activos de generación son poco más del doble de los de Viesgo (2.365 MW), que Endesa vendió a la italiana Enel, y muy superiores a los de Hidrocantábrico (2.566 MW). Si bien es cierto que se quedan cerca de los de Unión Fenosa (5.533 MW), están muy lejos de los 20.291 MW de Iberdrola y de los 22.734 MW de Endesa.
En lo tocante al mercado de gas, el nuevo grupo cederá contratos de aprovisionamiento por un volumen tal que tras la operación no se supere por el nuevo grupo la cuota que tiene Gas Natural. Así, se cederán los contratos que aporta Iberdrola (5,5 bcm/año), parte de ellos asociados a la desinversión en nuevas plantas. Asimismo, Gas Natural reducirá de forma significativa su participación del 40,9% en Enagás y cederá 750.00 clientes (16% del total nacional). Esta medida influirá sobre todo a los consumidores andaluces, aragoneses y gallegos.
La nota remitida a la CNMV por Gas Natural añade además que «con la operación no se compromete la competencia en ninguno de los mercados relevantes afectados si el volumen de generación, distribución y comercialización eléctrica resultante en los mercados de energía eléctrica no es superior a las cuotas previas de Iberdrola. Y si, de igual modo, el volumen de aprovisionamiento, distribución y comercialización resultante en los mercados de gas natural no es superior a las cuotas previas de Gas Natural».