Las familias españolas han duplicado su endeudamiento en los últimos diez años

El consumo depende menos de las rentas corrientes y más de las variaciones en su coste de oportunidad, según el Banco de España
Por EROSKI Consumer 3 de mayo de 2004

Un estudio realizado por el Servicio de Estudios del Banco de España muestra que el endeudamiento de las familias se ha duplicado en los últimos diez años en relación a su renta bruta disponible.

La investigación, titulada, «Evolución reciente del patrimonio de empresas y familias en España: Implicaciones macroeconómicas», y presentada por su director, José Luis Malo, muestra que se ha pasado del 45 por ciento a principios de los noventa hasta alcanzar el 90 por ciento.

Los expertos que han analizado esta nueva situación creen los cambios se encuentran en un contexto macroeconómico muy favorable a las decisiones de gasto de los hogares, por los efectos inducidos por el proceso de incorporación a la Unión Monetaria que aunaron mejoras en la renta: el abaratamiento de los costes de financiación y el incremento de la riqueza.

Adquisición de viviendas

Asimismo aseguran que la principal causa del creciente endeudamiento ha sido la fuerte expansión de la financiación para la adquisición de viviendas, normalmente con hipotecas contratadas a tipos de interés variable.

Por otra parte, la tasa de ahorro mostró una tendencia descendente durante la segunda parte de la década que llevó a un mínimo ligeramente superior al 9 por ciento de la renta bruta disponible durante 2001, cuando inició una leve recuperación. Así se partía de un grado de endeudamiento muy inferior al de la media de los países de la zona euro, la ha sobrepasado en muy breve espacio de tiempo.

Además de las familias, el trabajo del Banco de España refleja que las sociedades no financieras muestran unos resultados parecidos al de las familias, pero a un ritmo ligeramente superior, pasando la proporción de los pasivos en relación al PIB del 150 por ciento a principios del periodo hasta el 280 por ciento según los datos más recientes.

Menos restricciones

Los expertos que han llevado a cabo este estudio afirman en él que tanto el consumo como la inversión dependen en menor medida de las rentas corrientes y son más sensibles a las variaciones en su coste de oportunidad debido a que el desarrollo del sistema financiero español y los cambios en el entorno institucional han relajado las restricciones que limitaban la capacidad de las familias y las empresas para distribuir sus decisiones de gasto en el tiempo.

Por ello, el Banco de España afirma que las variaciones observadas en el nivel de endeudamiento y en la composición de los activos de las empresas y, principalmente, de las familias, hayan tendido a reforzar la respuesta del consumo y la inversión de la economía a alteraciones en los tipos de interés y en los precios de los activos reales y financieros.

El estudio cree que el gasto de una familia española se reduciría significativamente si se produjese una perturbación que la situara en una posición patrimonial frágil.

Ahorro de familias y empresas

El estudio cree que el gasto de una familia española se reduciría significativamente si se produjese una perturbación que la situara en una posición patrimonial frágil.Si se produjese una elevación de los tipos de interés, la carga financiera que soportan las empresas no solo aumentaría en mayo medida en una situación como la actual que en el pasado, dado que las empresas están más endeudadas, sino que el efecto de este aumento sobre la inversión y el empleo sería más pronunciado. Por otra parte, el estudio también refleja que ha habido un importante aumento de la riqueza de las familias, tanto en activos reales, mediante la adquisición y revalorización de viviendas, como en activos financieros, con una pérdida de importancia relativa del efectivo y los depósitos bancarios y un incremento de los instrumentos negociables. De esta manera, los activos de renta variable han duplicado su peso relativo en la cartera de las familias, hasta el punto de equiparar aproximadamente la participación del efectivo y los instrumentos de renta fija.

Así, en la actualidad, las rentas de capital de las familias son menos sensibles a las variaciones de los tipos de interés, cuya influencia sobre las rentas familiares se ha debilitado considerablemente, aunque en contrapartida se incrementa de forma sustancial la exposición directa a las variaciones en los precios de los activos reales y financieros.

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