Los contribuyentes tendrán desde enero una rebaja del 6% en la retención de sus nóminas

La Agencia Tributaria eliminará el próximo año la llamada "devolución rápida"
Por EROSKI Consumer 12 de diciembre de 2006

Las empresas tendrán que aplicar ya en las nóminas de sus empleados del mes de enero las nuevas retenciones del impuesto sobre la renta (IRPF), que supondrán una rebaja media del entorno del 6%, según explicaron ayer fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda.

Aunque en las dos últimas reformas del IRPF -1999 y 2003- las nuevas retenciones no se aplicaron hasta febrero o marzo, el objetivo del Ministerio es que en esta ocasión se hagan efectivas en la nómina de enero. Para ello, el Ejecutivo ha elaborado un decreto de retenciones y pagos a cuenta, que se encuentra ya en fase consultiva y que se aprobará antes de que acabe el ejercicio.

Ahorro en la reforma

Según una simulación realizada por Santiago Díaz de Sarralde, subdirector general de Estudios Tributarios del Instituto de Estudios Fiscales, con datos reales de los contribuyentes, la reforma del IRPF se traducirá en una rebaja media del 5,89%, cifra prácticamente idéntica a la reducción de las retenciones que se aplicará en las nóminas de los trabajadores a partir de enero. El ahorro total de la reforma, según estos cálculos, será de 2.241 millones de euros, o lo que es lo mismo, 127,65 euros por contribuyente.

1,8 millones de contribuyentes dejarán de pagar el impuesto sobre la renta

De acuerdo con la simulación, la subida de mínimos personales y familiares y el aumento de la deducción por rentas del trabajo, que prevé la nueva normativa, permitirá que 1,8 millones de contribuyentes dejen de pagar el impuesto sobre la renta. Por tanto, a partir del próximo año, de los 17,5 millones de contribuyentes que hay en España, poco más de 10 millones tendrán que hacer frente al tributo, el 40% restante, los de rentas más bajas, estará exento.

Por otro lado, la Agencia Tributaria aprovechará la entrada en vigor de la reforma fiscal para eliminar la denominada «devolución rápida», que permitía a los contribuyentes que no tenían obligación de presentar su declaración, recibir la devolución del IRPF, si tenían derecho a ella, antes de que comenzara la campaña de la renta, el 1 de mayo de cada ejercicio. A cambio, Hacienda enviará a estos contribuyentes el borrador de declaración, que sólo tendrán que confirmar en caso de que tengan derecho a devolución.

Nuevos mínimos

El número de perjudicados por la reforma, según las estimaciones, serían 4,6 de cada mil. Estas estimaciones han sido realizadas con simulaciones elaboradas por el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), adscrito al Ministerio de Hacienda, con la ayuda de la Agencia Tributaria.

Los cambios en el tratamiento del ahorro simplifican el impuesto, introducen eficacia y neutralidad y tienen un impacto recaudatorio y redistributivo «prácticamente nulo», según el IEF. En este sentido, destaca que el número de contribuyentes que ven elevada su tributación es «muy reducido» (el 2,5% del total) y afecta a los poseedores de rentas muy elevadas.

En concreto, los nuevos mínimos personales y familiares, más el aumento de la reducción por rentas del trabajo, sitúa en 9.050 euros anuales la renta que tributará a un tipo cero y que, por tanto, estará exenta de pagar al fisco.

Además, a esta cantidad hay que sumar los mínimos por descendientes, discapacidad o cuidado de hijos menores, lo que para algunos contribuyentes su mínimo vital, exento de tributación, será aún más elevado.

Una vez descontados los mínimos personales y familiares, el resto de los rendimientos del trabajo pasarán a tributar con la nueva escala del impuesto, cuyo primer tipo se fija en el 24%. En la práctica, el 70% de los contribuyentes tributarán a este tipo único, ya que se aplica en el tramo de renta que va hasta los 17.360 euros anuales.

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