Mudarse al extranjero: ¿cuánto cuesta?

El precio de la mudanza varía mucho en función del tamaño del contenedor para realizarla y los servicios que se contraten
Por Laura Sali 2 de febrero de 2012
Img contenedor mudanzas
Imagen: Mike Lewis

En plena crisis, no son pocos quienes han decidido probar suerte y marcharse a trabajar a otro lugar. En ocasiones, se hace acompañado de toda la familia, algo que implica una mudanza “seria”. Si, además, cambiar de residencia y trabajo supone también cambiar de país, el traslado de todas las pertenencias puede representar un complejo proceso de papeles, cambios de domicilio, bajas consulares, etc. Si, además, implica moverse de continente, aún es más engorroso. Hay empresas que realizan este tipo de mudanzas intercontinentales -que pueden hacerse por mar, tierra o aire- y que proporcionan la mayoría de soluciones para conseguir una transición más tranquila al lugar de destino. El precio varía mucho en función del tamaño del contenedor para realizar la mudanza y los servicios que se contraten: lo más económico son 2.500 euros -por mar y en el contenedor más pequeño-, pero puede superar los 18.000 euros si se realiza por avión y en un contenedor grande.

Mudanzas internacionales

Una mudanza nunca es un proceso fácil, ya implique un cambio de residencia por trabajo o por elección de vida. Y menos, si se debe atravesar con todas las pertenencias un continente o un océano. Las empresas que realizan mudanzas proporcionan servicios que simplifican el complejo proceso que va desde el desmontaje y embalaje de los muebles, electrodomésticos, ropa, libros, etc., hasta la carga del coche en el contenedor, el transporte al puerto o aeropuerto, la realización de los trámites aduaneros, etc. Incluso las hay que se encargan del despacho de aduanas y del desembalaje y montaje de los muebles y artículos en el nuevo domicilio.

Ante todo, quien tenga que afrontar una mudanza debería hacer un inventario de todas las cosas que desee trasladar y calcular el valor de estas pertenencias para, una vez solicitado el presupuesto, saber si el coste de la mudanza vale la pena. Una vez realizado el mismo, se ha de buscar la empresa más adecuada a las necesidades y al presupuesto disponible. Este proceso es sencillo, ya que hay numerosas webs que facilitan la gestión de esta solicitud a múltiples empresas a la vez para poder realizar una comparativa de precios y prestaciones. Incluso las hay con programas de simulación en las que se puede calcular, de manera aproximada, el espacio que ocuparán los artículos que se desea desplazar en un contenedor virtual.

Quien tenga que afrontar una mudanza debe hacer un inventario de todas las cosas que desee trasladar y calcular su valor

A partir de esta información, se sabrá el espacio total que ocupan las pertenencias y si se precisa el alquiler de un contenedor pequeño, uno grande o más de uno. Tanto para el traslado por mar como por aire, los contenedores que se utilizan son idénticos y con las mismas medidas. Los pequeños tienen 6 metros de largo, 2.3 metros de alto y 2.3 metros de ancho (son los de 30 metros cúbicos), mientras que los grandes miden 12 metros de largo, 2.3 metros de alto y 2.3 metros de ancho (es decir, tienen 60 metros cúbicos).

¿Por aire, tierra o por mar?

Para emprender una mudanza internacional es preciso planificar y prever. Hay que tener mucho cuidado no solo por la cantidad de horas, días o semanas que dure el traslado sino por los cambios de medios de transporte al que estarán sometidas las mercancías. En cualquier caso, se puede hacer por diferentes medios, en función del origen y el destino, la rapidez que se pretenda y el precio que se quiera o pueda abonar.

La urgencia que se tenga determinará que una mudanza se realice por aire, por mar o por tierra, en caso de que sea posible. La diferencia fundamental entre un servicio y otro es el tiempo que tarda el traslado y el coste que supone. Si se requiere que la mudanza se realice con la máxima diligencia, entonces el traslado por aire es lo más indicado, aunque el coste es mucho más elevado.

Muchos factores inciden en la duración y el precio final de una mudanza, ya que depende del lugar de origen y de destino, los trámites que represente, y el tipo de traslado. No obstante, y para poder tener una idea aproximada, de España a Iberoamérica un traslado en barco tardará entre 30 y 40 días. En este caso, la mercancía puede permanecer hasta una semana en el puerto y después tardará otras tres semanas en llegar al destino final. El coste mínimo es de 2.500 euros, si se tiene en cuenta el contenedor más pequeño, el tipo de contrato más sencillo y con las mínimas implicaciones por parte de la empresa contratada.

Solo si se requiere una mudanza rápida, la opción más adecuada es la aérea, que puede tardar entre 10 y 15 días, y el coste por el contenedor más pequeño es de 10.000 euros.

Servicios que se pueden contratar

Según lo que se esté dispuesto a pagar, se puede contratar una mudanza completa -de punto de recogida en origen a punto de entrega en destino-, o bien una mudanza parcial, en la que los trámites aduaneros en destino y el transporte posterior al nuevo domicilio corra por cuenta del contratante.

De España a América un traslado en barco tardará entre 30 y 40 días

  • Mudanza completa:

    En este caso, la empresa se encarga del desmontaje de los muebles y artículos en origen, inventario detallado y etiquetado exacto de cada artículo, el embalaje en cajas especiales, la carga en el contenedor en la puerta del domicilio, el transporte al puerto o aeropuerto, los trámites y posterior transporte a destino. Una vez allí, también se responsabilizan de los permisos aduaneros para poder realizar la descarga, el transporte al nuevo domicilio y la descarga, desembalaje y ensamblaje de todos los muebles. Este servicio, que lógicamente es el más oneroso, puede ascender a unos 7.000 euros en total (en contenedor de 30 metros cúbicos) y de 10.000 euros a 15.000 euros si se trata del contenedor más grande (de 60 metros cúbicos), dependiendo también de la empresa que se contrate.

  • Mudanza parcial:

    En este caso, la empresa deposita el contenedor en la puerta de su casa y da un margen de tres horas para que el contratante realice la carga. En la mayoría de los casos, ofrecen la opción de suministrar furgonetas si no se puede aparcar el camión con el contenedor en la calle. Además, se encargan del transporte al puerto, así como de los trámites para la salida. Su responsabilidad se acaba en cuanto la mercancía toca el puerto o aeropuerto de destino. Este servicio tiene un coste de alrededor de 2.500 euros el contenedor pequeño y 5.000 euros el grande.

    No obstante, en este caso, se requiere la contratación de un despachante de aduanas en destino para poder sacar de puerto la mercancía. El coste de este servicio variará según el país, pero habrá que tenerlo en cuenta porque, en sitios como Argentina o Brasil, puede rondar los 1.100 euros.

Qué puedo transportar

En una mudanza de estas características se pueden trasladar objetos de casi cualquier tipo, desde electrodomésticos, muebles, libros, vajillas, juguetes, bicicletas,… hasta el coche. Las mascotas requieren un trato especial y no pueden incluirse dentro del traslado ordinario de objetos.

De todas maneras, habrá que cerciorarse en el consulado o embajada del país de destino sobre la normativa particular en vigencia, puesto que varía de un lugar a otro. Por ejemplo, Estados Unidos impone más restricciones que el resto de países. En la mayoría de casos, varía la norma sobre el valor de los vehículos que se pueden transportar y descargar, libres de impuestos.

En todos los casos, se ha de llevar un listado de los objetos que se van a transportar al consulado o embajada del país de destino, para obtener la aprobación. Este listado es que el que se entrega al transportista.

Algunos consejos
  • Selección de la empresa. Optar por una compañía solvente que pueda dar garantías y que cuente con prestigio y experiencia en el sector.
  • Contrato. Exigir un contrato a la empresa que se encargará de la mudanza, para poder tener garantías del cumplimiento del servicio pactado.

  • Documentación. Procurar disponer de toda la documentación que solicite la empresa para evitar futuras demoras de la mercancía tanto en origen como en destino.

  • Seguros. Resultan fundamentales en caso de pérdidas, roturas o mala manipulación. Sobre todo, se sugiere contratarlos cuando se trata de objetos muy valiosos. Los hay con y sin franquicia.

  • Seguimiento. Asegurarse de contar con la posibilidad de realizar el seguimiento de la mercancía por Internet, para tranquilidad del contratante.

  • Contacto en destino. Solicitar a la empresa de mudanzas el contacto de la compañía en destino, si se trata de una multinacional, para gestiones o inconvenientes que puedan surgir allí.

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