Organización del presupuesto familiar

Hay que tener muy claros cuáles son los gastos fijos y los pagos anuales en concepto de seguros e impuestos
Por EROSKI Consumer 1 de enero de 2002

Si el presupuesto de una familia debe ajustarse correctamente a sus objetivos, hay una regla de oro que no puede dejarse de cumplir: que los gastos no superen a los ingresos. No obstante, este propósito suele ser difícil de lograr para un gran número de familias que cada final de mes viven el drama de los números rojos en su cuenta corriente. Estas familias, y otras que llegan muy apuradamente al día 30, deben marcarse como objetivo prioritario empezar bien la administración de sus gastos mensuales. Para alcanzar este reto lo primero que debe hacerse es elaborar un presupuesto que permita alcanzar los últimos días del mes con un saldo positivo.

¿De qué forma se logra este propósito? De una forma sencilla, pero a la vez complicada, ya que requiere de una disciplinada capacidad de organización. El primer aspecto a tener en cuenta es contabilizar el dinero que se va a ingresar cada mes en la cuenta corriente. A continuación, se descuenta del mismo los gastos fijos de luz, gas, agua, teléfono, colegios, etc… Como una medida preventiva, en esta partida conviene no olvidar asignar una determinada cantidad para posibles imprevistos.

Posteriormente, deben calcularse los pagos a realizar con carácter anual. Este es el caso, por ejemplo, de los seguros de vida, de hogar, del coche, los impuestos, etc…. Una vez calculados estos pagos, se reservará una parte de los ingresos mensuales para afrontar dichos gastos. Una buena táctica a aplicar en este terreno consiste en afrontar estas obligaciones anuales con las denominadas «pagas extras».

Una de las circunstancias que más pueden desequilibrar un presupuesto es una declaración de la renta positiva. Aquí sí que es importante ser previsores ya que, mes a mes, ha de consignarse una cantidad para afrontar tal circunstancia y no encontrarse con una situación de endeudamiento para hacer frente al pago de Hacienda.

Tras haber seguido todos los pasos explicados con anterioridad, el dinero sobrante se utilizará para hacer frente a los gastos de comida, ropa, ocio y demás, sin perjuicio de reservar, en la medida de lo posible, una pequeña cantidad destinada al ahorro familiar.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube