La domótica adquiere su máxima expresión en el salón de casa, donde una acogedora y confortable atmósfera pensada para la comodidad suele ser la nota más relevante. Un solo controlador será suficiente para tener bajo control todas las funciones de los múltiples elementos que acostumbran a estar disponibles en este tipo de estancias, desde el televisor hasta la calefacción. Y todo ello sin necesidad de moverse ni levantarse.
Así, hoy en día, la domótica permite la automatización de tareas para que cada miembro de la familia pueda programar las funciones a su propio gusto. Al mismo tiempo, también resulta una opción de gran ayuda para aquellas personas que presentan algún tipo de minusvalía o algún problema de motricidad. En definitiva, la domótica permite establecer un control de los diferentes aparatos del salón de una forma rápida, sin esfuerzos ni quebraderos de cabeza y sin entrañar ningún tipo de peligro. La instalación bien puede quedar reducida a un par de aplicaciones o bien estar conformada por un gran número de elementos del hogar.
Iluminación
Un coordinado y adecuado juego de luces en el salón ofrece como resultado un ambiente que invita a la relajación. Los sistemas domóticos contribuyen a lograr dicho efecto. Así, dispositivos como mandos a distancia, por ejemplo, posibilitan un control absoluto de las luces, permitiendo programar diversas intensidades de luz en función de las diferentes necesidades y momentos del día.
Hilo musical
El control bien puede quedar reducido a un par de aplicaciones o estar extendido a un gran número de elementos de todo el hogar
Determinar de antemano el ambiente sonoro que se desea para toda la vivienda, y en especial para el salón o el comedor, es una tarea bastante cómoda y sencilla. Incluso también se pueden añadir nuevas funciones como el control del volumen del equipo de música o del propio televisor al tiempo que suena el teléfono.
Climatización bajo control
Los dispositivos domóticos también permiten tener controlados tanto la calefacción como el aire acondicionado. La programación activa los mecanismos de encendido o apagado de la propia climatización, sin olvidar tampoco otros electrodomésticos. Así, la función «entrada» pondrá en marcha la calefacción o el televisor, mientras que la de «despertar» permitirá abrir las persianas del salón o del dormitorio, además de conectar la radio.
Ordenador en segundo plano
Los conversores digitales facilitan el acceso a Internet por medio del televisor, dejando al margen la idea básica de tener un ordenador cerca para ello. Otro aspecto no menos novedoso radica en el gigavideo. Un dispositivo que permite distribuir la señal de la televisión y el equipo de música al resto de estancias de la casa.
Biblioteca cibernética
Existe la posibilidad de crear una librería cibernética, que permite la descarga de libros interactivos que se pueden almacenar en la memoria del propio televisor o bien en discos compactos para leerlos en el ordenador portátil.