10 trucos para organizarte mejor ¡y ahorrar dinero!

Aprovechar los ratos muertos, hacer una lista de la compra eficiente o eliminar ladrones de tiempo como llamadas innecesarias ayuda a organizarse y no perder dinero
Por Blanca Álvarez Barco 14 de septiembre de 2016
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Imagen: pressmaster

Un temporizador de cocina puede ayudar a gestionar mejor el tiempo. ¿Cómo? Siguiendo el método Pomodoro, que se explica en este artículo. Además, también ayuda a organizarse hacer listados para ir a la compra o aprovechar los ratos muertos. Con fuerza de voluntad -y algunos trucos- es sencillo organizarse mejor ¡para no perder tiempo ni dinero! Entre otras estrategias que se detallan a continuación es conveniente desterrar las llamadas innecesarias, el chequeo continuo de las redes sociales o el correo, pasar horas delante de la televisión o responder automática y de forma urgente los mensajes de WhatsApp.

A veces no se ahorra porque no se tiene tiempo de hacer una comparativa de ofertas, porque no se reserva con antelación o porque es fácil olvidarse de darse de baja en un servicio que ya no se usa. Una mala gestión del tiempo, además de tener costes psicológicos como el estrés, también hace perder dinero.

Dinero y tiempo son dos caras de la misma moneda, como señala Patricia Córdoba, psicóloga del gabinete Tupsicologia.com. Es decir, se puede cambiar tiempo por dinero o dinero por tiempo. Si se optimizan los recursos en el eje del tiempo, se influye en el del dinero. Si se mejora la planificación y gestión del tiempo, se podrá rentabilizar mejor un negocio, conseguir unos ingresos extras u obtener más horas de vida personal-familiar. ¿Cómo hacerlo?

1. Centrarse en una sola tarea

No hay nada que haga perder más tiempo que dar por válida la falsa creencia de que la multitarea (hacer varias cosas de manera simultánea) es aprovechar el tiempo, cuando en realidad es malgastarlo. Tampoco hay que ir hacia el lado contrario, pues también ser perfeccionistas hace perder tiempo. Lo que se debe hacer es enfocarse en solo una cosa, pero sin detenerse demasiado en todos los detalles. Así, el tiempo requerido para terminar el trabajo disminuirá de forma significativa y se tendrá más para lo demás.

2. Hacer la lista de la compra

Y la lista de tareas, de lo que se necesita llevar en la maleta… Hacer listados hace ganar tiempo ¡y dinero! Ayuda a no sobrecargar la mente tratando de recordar demasiadas cosas. Hacer una lista de la compra bien pensada puede ayudar mucho, pues es muy habitual que se olvide algo y haga perder dinero al duplicar compras, etc. En el caso de las maletas, si se olvida meter la ropa interior o la pasta de dientes, habrá que adquirirlas de nuevo.

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Imagen: 422737

Además, conviene hacer todos los recados y las compras en un día concreto, para toda la semana, y tener pensados los menús de una o dos semanas para, al hacer la compra, adquirir solo lo que se utilizará, sin hacer gastos inútiles.

3. Aprovechar los ratos muertos

Al redescubrir el valor de hacer algo productivo en las colas, en la espera de citas médicas, en el tren de camino al trabajo, etc. se puede ahorrar mucho tiempo y dinero. Ese tiempo que sería malgastado se puede convertir en horas ganadas que se podrán utilizar después para dar una clase particular y obtener dinero, para revisar cuentas y recibos, dar de baja servicios inútiles, etc.

4. Eliminar los ladrones de tiempo

Aunque no lo parezca, se pierde mucho tiempo al día abriendo páginas y aplicaciones innecesarias. Hay que saber desconectarse de la tecnología y fijar unas horas concretas a lo largo del día para ver el móvil, contestar los correos o conectarse a las redes sociales.

5. Trabajar por niveles de dificultad

Cuando se tiene que hacer un trabajo, es recomendable empezar por una tarea de dificultad media (ya que al principio se necesita una fase de «calentamiento» para llegar al máximo rendimiento), después seguir con la labor más complicada y finalizar siempre con las actividades más fáciles.

6. ¿Organizarse con un tomate? Método Pomodoro

Pomodoro es una de las técnicas para administrar el tiempo más populares en el mundo. Permite realizar el máximo posible de tareas durante el día sin perder tiempo procrastinando y tomando varios descansos. El proceso es simple: durante 25 minutos (lo que dura un pomodoro o temporizador de cocina en forma de tomate) se debe trabajar sin distracciones; cuando el pomodoro finaliza, hay cinco minutos de descanso; y después de que pasen cuatro pomodoros (o 100 minutos de trabajo), se descansan 15 minutos, tiempo suficiente para levantarse de la silla, caminar un poco o hacer cualquier otra cosa lejos del ordenador.

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Imagen: OpenClipart-Vectors

Este y otros métodos como el Gtd (Getting Things Done) son recursos eficaces y al alcance de cualquiera. Ahora bien, la mejor de las técnicas de nada sirve, si no se tiene la motivación y la constancia suficientes para ponerla en marcha. «La principal creencia boicoteadora, en este sentido, es aquello de ‘lo haría, pero es que no tengo tiempo de ponerme a ver cómo gestiono mejor mi tiempo'», señala Córdoba. Si la persona no es capaz de concederse unos minutos diarios para aprender a organizarse y planificarse, entonces ninguna técnica resultará útil.

7. Time boxing

También es muy provechoso para organizarse mejor programar periodos de tiempo (25-60 minutos) en los que solo hacer una tarea de forma intensiva. Por ejemplo: si comemos, no atendemos llamadas; si preparamos un presupuesto, no redactamos un correo a la vez, etc.

8. Organizar el tiempo según el biorritmo personal

El tiempo es el mismo para todos; lo que varía, y mucho, es la percepción y el aprovechamiento que se tiene del mismo. Lo que sí conviene saber es la franja horaria en la que el rendimiento es el óptimo según el biorritmo personal (matutino o vespertino). Una vez conocido, hay que realizar las labores más complicadas en las horas en que se tenga más concentración y atención.

9. Delegar y priorizar

Se debe invertir la mayor parte del tiempo en tareas para las que uno es especialmente competente, y delegar en otros el resto. ¡Y aceptar no controlar todos y cada uno de los detalles!

Además, hay que tener en cuenta que ni todo es urgente, ni todo es importante. Si se necesita un tiempo extra, es muy recomendable hacer una lista con las actividades que podrían esperar de tres a siete días sin grandes consecuencias.

10. Hay que desconectar

Desconectar es interrumpir de forma voluntaria la comunicación con todo lo que no tenga que ver con el aquí y el ahora, una práctica más que saludable y productiva, fundamental para optimizar el tiempo. Si se está durante cuatro horas dejando que la mente vaya de un suceso pasado a una preocupación futura, encadenando pensamientos improductivos, en realidad se habrá dejado que esas cuatro horas se escapen como el agua por el desagüe.

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