Créditos para autónomos

Sus condiciones de devolución apenas se diferencian del resto de productos crediticios
Por José Ignacio Recio 21 de febrero de 2008
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Imagen: Tamer Tatlici

Imagen: Tamer TatliciEl número de trabajadores por cuenta ajena continúa creciendo en nuestro país, así como sus necesidades financieras, por lo que bancos y cajas de ahorro renuevan cada año la oferta de productos diseñados en exclusiva para solventar sus necesidades. Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo son ya 3.157.930 los profesionales dados de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) durante el año 2007, lo que supone un 3,4% más que en el ejercicio anterior.

Las entidades financieras incluyen desde los productos de ahorro, hasta los destinados para la financiación de una determinada actividad profesional, pasando por una serie de servicios exclusivos. En algunos casos, se ha dado un paso más y algunos bancos han abierto una línea de créditos hipotecarios específicos para sus necesidades. Tampoco faltan las promociones, en las que ofrecen regalos o bonificaciones. Banco Pastor, Banco Popular, Caja Laboral, Caja de Ahorros de la Inmaculada, Ibercaja, la Caixa, Banco Sabadell y Banco Santander son, por el momento, las entidades que disponen de esta oferta global y conjunta para responder a las necesidades financieras de este importante grupo de trabajadores. Otros bancos y cajas de ahorro incluyen también productos para pymes, pero sólo de manera puntual.

Créditos específicos

Entre las demandas más habituales de estos clientes se encuentra la de solicitar dinero para la compra de un local. Por eso han diseñado productos como las llamadas «cuentas profesionales», una cuenta corriente que en función de las necesidades de su titular se puede transformar en una cuenta de crédito durante un periodo de tiempo determinado, con todas las ventajas de ambas opciones. Como uno de los principales problemas a los que se suele enfrentar el trabajador autónomo es el desfase temporal de tesorería, es esencial que los productos financieros que se le ofrezcan estén caracterizados por la flexibilidad. Y así lo hace la «póliza de crédito autónomo», que no es más que una cuenta corriente que permite a su titular disponer de una cantidad de dinero determinada, utilizando para ello los instrumentos de movilización de fondos habituales en una cuenta corriente. Por ejemplo, se puede formalizar una póliza de crédito con un límite de 20.000 euros con un plazo de vigencia de un año. Así durante ese período su titular puede disponer de hasta 20.000 euros, con la única obligación de atender las comisiones e intereses devengados por la operación y volver a cubrir el saldo dispuesto antes de su vencimiento.

El aumento de profesionales que trabajan por cuenta propia favorece que bancos y cajas compitan por ofrecer productos específicos para cubrir sus necesidades

La prueba irrefutable de que el trabajador autónomo cobra cada vez mayor importancia en el mercado laboral en España nace de los grandes grupos bancarios españoles apuesten por sendos créditos específicos, con el fin de atraerlo como cliente. Por un lado, BBVA, con el «Préstamo Negocios», un crédito con garantía personal cuyos tipos de interés y comisiones se fijan en cada caso concreto, tras un análisis de riesgo. Se caracteriza porque su plazo de amortización es a 5 ó 7 años y cubre el 100% de la inversión, hasta 60.000 euros. Mientras, su competidor, el Banco Santander, ofrece el «Superpréstamo Autónomos», un producto a medio plazo dirigido a microempresas y autónomos que tiene un plazo de amortización de hasta tres años, con un interés fijo anual del 5,95%, al que hay que añadir un 1% más en concepto de comisión de apertura, y con un importe máximo de un millón de euros, uno de los más altos que ofrece el mercado. A pesar de estos ejemplos, los créditos diseñados específicamente para este tipo de trabajador aún son muy poco competitivos, ya que ofrecen unas condiciones y aplican un tipo de interés similares a los destinados a otras actividades.

Productos a medida

Entre la extensa oferta disponible en el mercado bancario nacional destaca la del Banco Popular, que cuenta entre sus productos con la «Póliza de Crédito Autónomo», una vía de financiación en la que el cliente elige el importe. Se aplica un tipo de interés fijo del 3,95%, a lo que hay que añadir un 0,75% por comisión de apertura y otro 0,15% en concepto de disponibilidad, aunque a cambio no contempla gastos de estudio. El plazo de amortización es de 12 meses, con posibilidad de ampliación. Esta entidad bancaria también incluye a los autónomos entre los posibles beneficiarios de hipotecas destinadas a la compra de un local o nave destinado a ser la sede de su negocio. Como en la mayor parte de hipotecas, la financiación afecta hasta el 80% del valor de tasación, con un tipo de interés durante el primer año del 2,99% nominal, aunque a partir de este período se realiza una revisión anual que la encarece sensiblemente, ya que se referencia al Euribor más 1,25%. Tiene una comisión de apertura del 1,25%, y de subrogación 0,50%, pero no cobran comisiones por la cancelación anticipada.

El Banco Sabadell ofrece un paquete de productos y servicios financieros para los trabajadores por cuenta propia, el «BS Autónomos», que incorpora por 20 euros al mes una cuenta a la vista sin comisiones de mantenimiento; una tarjeta de débito gratuita y otra de crédito sin cuota durante el primer año, además de un servicio de «leasing» para maquinaria. También incluye asistencia jurídica. Otra de las claves de este programa es la inclusión de un seguro que garantiza el pago de una indemnización diaria en caso de enfermedad, accidente, hospitalización o retirada del permiso de conducir. Este producto ofrece estos subsidios durante seis meses.

La oferta de Banesto es la «Cuenta Tarifa Plana Autónomos», uno de los productos de más reciente aparición en el mercado financiero, que cubre la posibilidad de tener un accidente o una enfermedad, ya que contempla un seguro de incapacidad temporal por enfermedad o accidente con una indemnización de 20 euros al día. Otras ventajas de que dispone este servicio son las comisiones reducidas, un extracto integrado con toda la información sobre las operaciones realizadas en un único documento, asesoría jurídica-fiscal telefónica ilimitada, y acceso a la banca por Internet o telefónica para operar desde el punto en que se encuentre el trabajador.

Caja Madrid ha incidido en la «Cuenta Profesional», un producto de coste mensual fijo dirigido al grupo de profesionales liberales. Este nuevo producto permite un ahorro de costes de hasta un 72% sobre las tarifas oficiales medias de otras entidades. La Cuenta Profesional ofrece al cliente, por un coste mensual de 15 euros, una cuenta corriente transaccional, la posibilidad de realizar hasta 8 ingresos de cheques y/o transferencias nacionales al mes sin coste adicional, un extracto integrado de todos los productos, una nueva tarjeta de débito (VISA Business «Simplifica») y el alta gratuita en el servicio Oficina Internet Empresas.

También la Caja de Ahorros de la Inmaculada ofrece a sus clientes esta posibilidad, al incluir entre sus productos la «Cuenta Profesional», en la que el plazo y condiciones del crédito se establecen en función de las necesidades y circunstancias del titular, como aclaran desde la citada entidad.

Cuentas con crédito

El interés por captar clientes entre las personas que trabajan por cuenta propia ha originado la creación de cuentas que añaden un límite de crédito a la cuenta profesional de su titular. Es el caso de la “Cuenta Profesional con Crédito” de Caja Laboral. Entre sus características destaca la particularidad de que no contempla comisiones de mantenimiento a partir de un saldo medio mínimo de 900 euros, la posibilidad de disponer de soporte adicional de libreta sin coste añadido, y un límite de crédito autorizado desde 3.000 euros. Además, dentro del límite acordado, el cliente no tendrá que pagar ninguna comisión de descubierto.

El Banco Pastor también se ha sumado a la comercialización de la “Cuenta de Crédito Autónomos”, y en la misma línea que la caja vasca y el banco gallego, Bankinter ha incidido en potenciar este tipo de productos, creando una cuenta profesional que otorga una serie de ventajas a su titular, siempre que los ingresos mensuales derivados del trabajo sean abonados en esta cuenta. Así, es posible una financiación preferencial a través de un anticipo de ingreso mensual, y se puede autorizar automáticamente hasta un máximo de los ingresos mensuales netos, materializado en un descubierto que se regularizará cada mes. El tipo autorizado que se aplicará será de dos veces el interés legal del dinero. El importe máximo es de 600 euros. Otra de las ventajas que conlleva la contratación de esta cuenta es la obtención de préstamos preferentes, hasta un máximo de multiplicar sus mensualidades por doce, con un plazo de amortización máximo de 8 años. También lleva implícito un límite en la tarjeta de crédito, a través del pago aplazado o del servicio “Gran Compra”.

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