Entrevista

Antonio Moreno, director del Instituto Superior de Formación del Profesorado

La carrera de maestro será atractiva, habrá trabajo y bien remunerado
Por Marta Vázquez-Reina 12 de agosto de 2007
Img antonio moreno
Imagen: Emiliano Ricci

Antonio Moreno, director del Instituto Superior de Formación del Profesorado, es Catedrático de Didáctica de las Ciencias Experimentales en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid. Miembro de la Junta de Gobierno de la Real Sociedad Española de Física, ostenta el cargo de asesor científico del Ministerio de Educación y Ciencia. También fue asesor de Expo 92 y de la Dirección General de Investigación de la Comunidad de Madrid. Asimismo, es Vocal del Consejo Escolar del Estado. En 1999 recibió la Medalla de Honor de la Universidad Complutense. En este currículo, a Antonio Moreno le enorgullece incluir el título que mejor define su vocación:”soy maestro de escuela”.

El cometido principal del Instituto Superior de Formación del Profesorado es promover acciones encaminadas a la formación permanente del colectivo educativo. ¿Puede acercarnos la actividad cotidiana que lleva adelante?

Todos los años se publican en el BOE las líneas programáticas prioritarias que se ponen en marcha y las que tienen continuidad, así como los créditos que representan y las ayudas económicas que llevan implícitas. Se trata de programas que afectan directamente al profesorado y que responden a su interés formativo. A partir de ahí, el Instituto facilita el encuentro entre el colectivo y la oferta.

Una de las prioridades del Instituto es la aplicación didáctica de las Tecnologías de la Información en las áreas curriculares. ¿Es necesaria una revolución de todo orden para su aplicación: libros virtuales, exámenes on line… o se persigue por el momento el conocimiento informático de todos los perfiles de profesorado?

Las Nuevas Tecnologías hay que entenderlas como un elemento fundamental de la actividad metodológica, son una herramienta a disposición del mundo contemporáneo y se trabaja con ellas. No están contempladas como una obligación o como un logro, sino como instrumentos que sirven para enseñar y para aprender. Nuestro profesorado, en este capítulo, y otros, además de interés demuestra capacidad. Es el momento de decirlo: el profesorado en España es muy bueno.

el profesorado en España es muy bueno
Puntualmente se conocen conflictos, desencuentros, malas prácticas profesionales, pero son excepciones. Los maestros y las maestras de nuestro país quieren hacer las cosas bien y se esfuerzan todos los días por conseguirlo.

Sin embargo existe la sensación de que antes el maestro era una persona más importante en la vida de los alumnos y alumnas de lo que es ahora…

Trabajar en la enseñanza es un acto de querer. Se necesita estar dispuesto a crear un vínculo afectivo con el otro a quien aspiras transmitir conocimientos y ayudarle a formarse como persona. La sociedad y las familias deben fomentar la admiración por los maestros. Son sus colaboradores para procurar felicidad a los estudiantes mientras estudian, que es su obligación y su derecho. Un buen punto de partida sería desterrar la palabra profesor y profesora y sustituirla por la de maestro y maestra, que ofrece un significado de mayor compromiso y al mismo tiempo de más cercanía. La reforma que prevé equipar el título de Magisterio con el de otras licenciaturas, y convertir en Facultad lo que hoy es Escuela también va a ayudar a dignificar el rol de maestro.

¿Qué le parece la propuesta de que al profesorado se le trate de usted?

El trato formal no es un elemento que modifique el afecto. El usted, igual que puede representar respeto puede ser una barrera o incluso un elemento de mofa. En la relación entre el profesorado y sus alumnos y alumnas debe priorizarse el trabajo en común, compartir un mismo objetivo de satisfacción con lo que se hace.

El Instituto tiene también el objetivo de desarrollar el convenio que existe entre el MEC y el British Council sobre programas integrados para enseñanza en lengua inglesa de algunas áreas del currículo de Primaria y Secundaria. ¿Algún día llegaremos a tener una población bilingüe como lo es la holandesa?

Trabajamos para ello. Pero si bien el inglés tiene importancia porque se trata del idioma económico y científico, no es exclusivo. Las lenguas extranjeras, todas, tienen su importancia. El árabe, el chino, el japonés… Lograr despertar el interés por aprender idiomas es un objetivo más ambicioso y ahí radicaría el éxito de potenciar el aprendizaje de lenguas extrajeras. Debemos conseguir normalizar el conocimiento del inglés, pero no debemos reducirnos a él.

Las estadísticas evidencian que en España hay materias “suspensas?” en el alumnado, como las matemáticas y la física. ¿Dónde entraña la dificultad?

Por una parte, se tiene la impresión de que son disciplinas difíciles, muy difíciles. Eso añade un componente negativo a la hora de comprenderlas y aprenderlas. Los alumnos, y sus padres y madres, e incluso alguna parte del profesorado tienen la percepción, a mi juicio errónea, de que las matemáticas y la física sólo pueden ser entendidas desde mentes privilegiadas, eso implica un rechazo previo. Si entras a un aula pensando que lo que allí se diga va a estar fuera de tu alcance sumas una distancia tremenda entre lo que se cuenta y lo que se escucha. El miedo a no llegar te retrae de intentarlo.

Sin embargo, si ojeamos la difusión de revistas científicas dirigidas al público general, corroboramos que despiertan curiosidad, que gusta conocer estos temas. ¿En qué momento la cadena entre el interés y el querer su aprendizaje se rompe?

La velocidad es un término que en la calle se comprende y se utiliza con naturalidad, pero cuando se hace en clase de Física parece que nos estamos refiriendo a un concepto abstracto. Los maestros contamos con esa desventaja, la de tener que romper un mito, pero es nuestra responsabilidad. Soy un convencido de que el éxito del aprendizaje de una asignatura depende del maestro.

el éxito del aprendizaje de una asignatura depende del maestro
El protagonismo del profesorado en la enseñanza es muy grande. El alumno le sigue, pero debe ser el docente quien le diga cómo seguirle.

Entre las líneas prioritarias de formación permanente del profesorado para este año se incluye Educación para la Ciudadanía, ¿cómo se va a formar a los docentes para que impartan esta asignatura que además lleva acarreada una fuerte polémica?

Al margen de la polémica, organizamos seminarios y cursos formativos para que puedan alcanzarse los conocimientos sólidos para poder impartir la asignatura de acuerdo a la línea curricular. Desde hace tiempo se dispone de herramientas, de cursos, simposios, etc. para aprender y después enseñar materias como la multiculturalidad, la resolución de conflictos, y otros capítulos que conforman la asignatura.

La ministra de educación Mercedes Cabrera adelantó recientemente que los maestros tendrán “un año más de formación, es decir, van a ser graduados universitarios”, y los profesores de educación secundaria, “un máster de especialización”. ¿Por qué son necesarias estas mejoras formativas?

Lo señalábamos antes. El maestro tiene en sus manos una labor social fundamental: colaborar en la educación de los miembros de nuestra sociedad, ni más ni menos. Y ahora podrán hacerlo bajo la misma consideración académica que tiene un físico, por ejemplo: siendo licenciado. Esto va a convertir las escuelas en Facultades de Educación.

¿Para cuándo está prevista la reforma?

En principio, para el curso 2008-2009. Tendrán que pasar entonces 4 años para conocer a los primeros maestros licenciados. Será un momento clave, puesto que las previsiones demográficas y las jubilaciones del profesorado en ejercicio indican que se necesitarán algo más de 200.000 profesores hasta el curso 2015. La carrera de maestro será atractiva, abandonará el prejuicio de ser una carrera menor y además, habrá trabajo. Y bien remunerado.

Como maestro ha enseñado mucho. ¿Qué le han enseñado los alumnos a usted?

Me gustaría haber enseñado mucho, desde luego he tratado de hacerlo y para eso he trabajado. Pero para mí la enseñanza es un trabajo que da muchísimas satisfacciones, es casi un privilegio poder dedicarme a esto. Entre otras ventajas, te da la oportunidad de envejecer mientras tu entorno no lo hace. Tus interlocutores tienen siempre la misma edad, por lo que eres testigo y cómplice de sus cambios. Puedes participar en primera línea en los nuevos conceptos, las nuevas ideas, la nueva juventud. Y eso te equilibra en todos los aspectos de tu vida.

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