El Ministerio de Educación y las comunidades autónomas se reunirán el próximo martes para estudiar los cambios que introduce la nueva Ley Orgánica de Educación (LOE) con respecto a la asignatura de Religión, que pasa de ser obligatoria a voluntaria. Todas las propuestas van encaminadas a dotar a los colegios de mayor autonomía de decisión sobre este asunto. Sobre todo en lo referente a que sean los propios centros escolares quienes establezcan los horarios para estas clases y busquen alternativas para aquellos alumnos que no deseen cursar esta asignatura confesional.
Además de indicar que serán los colegios quienes arbitren las medidas adecuadas para que los alumnos que no den esta clase «reciban la debida atención educativa», el borrador de Real Decreto de Enseñanzas Mínimas de Educación Primaria especifica que la elección de una u otra opción no puede suponer discriminación alguna para los estudiantes y añade que esas medidas deberán ser incluidas en el proyecto educativo de cada centro escolar para que los padres las conozcan a tiempo.
Otro apartado señala que las administraciones educativas competentes garantizarán que las matrículas de cada curso incluyan de forma clara un apartado referido a la posibilidad de recibir enseñanza de religión y destaca, asimismo, que los métodos de evaluación de la misma se realizarán en los mismos términos que otras asignaturas.
Aunque se trata de un borrador susceptible de cambios, el Gobierno espera llegar a un acuerdo en estos términos con las comunidades autónomas, incluidas las más reacias a que la Religión varíe de estatus. En este sentido, desea consensuar el texto cuanto antes con el objetivo de que las autonomías desarrollen y completen su programa educativo para primaria antes del curso 2007-2008.
