Dos veces al año, en marzo y en diciembre, las personas interesadas en obtener el Certificado Proficiency expedido por la Universidad de Cambridge tienen una cita con un examen difícil. El nivel de exigencia es muy alto y su prestigio queda garantizado porque examinadores especialistas de la institución inglesa corrigen las pruebas. Con él se acredita un nivel 3 de inglés, el más alto que reconoce la Agencia de Calificaciones y Curriculum británica (QCDA).
Imagen: Ashley Wang
Rubén es licenciado en Filosofía. Al terminar la carrera aprobó el CAP y el próximo jueves se presenta al Certificate of Proficiency. Si logra una puntuación de A, B o C tiene trabajo asegurado en un colegio. Su nivel de inglés es alto. Consiguió 85 puntos en el TOEFL, pero el centro escolar demanda que su profesorado además de tener las habilidades necesarias para comunicarse en inglés, demuestre un profundo conocimiento filológico de la lengua e, incluso, su acento se confunda con el de un nativo. ¿Cuál es la razón de tan alta exigencia? El alumnado de Secundaria y de Bachillerato ha logrado un nivel de inglés que debe profundizarse y obliga a que los profesores sean más competentes en esta materia.
Seis horas de examen
Se evalúa la comprensión lectora, la escritura, el conocimiento de la lengua y la comprensión y expresión oral
El próximo 10 de diciembre, en Barcelona, Bilbao, Madrid, Palma de Mallorca y Valencia, más de cinco mil personas mayores de 16 años se enfrentarán a seis horas de examen, divididas en cinco pruebas. El coste de la matrícula para optar a la prueba es de 196 euros.
La primera hora y media se realizará la prueba de comprensión lectora, que acredita la capacidad para leer sin problemas casi todas las formas de texto, incluso contenidos abstractos con palabras y elementos gramaticales difíciles. Quienes se examinen se pueden enfrentar a manuales, artículos especializados y textos literarios. A continuación, tienen dos horas para demostrar que pueden escribir con claridad, fluidez y un estilo adecuado, una composición de al menos 350 palabras. Esta prueba asegura la competencia para escribir cartas, informes y artículos complejos.
La gramática y el vocabulario se evalúa en un test que se debe completar en 90 minutos. La comprensión oral se examina mientras se escuchan y se contestan, simultáneamente, cuestiones sobre el mensaje que se trasmite. Pueden ser lecturas, anuncios publicitarios o programas audiovisuales. Por último, durante 19 minutos y en grupos de tres personas, se analiza la habilidad para tomar parte en discusiones, argumentar una tesis o tratar de convencer a los otros candidatos.
Cómo enfrentarse a la prueba
El nivel de estrés es importante. Además de que sólo hay dos oportunidades al año, las habilidades que se deben demostrar han de estar muy interiorizadas para poder evidenciar conocimientos y no dejarse ganar por los nervios.Hay que realizar una lectura tranquila y profunda de las instrucciones para asegurarse la estrategia y determinar cuántas preguntas se contestan y cuántas se dejan en blanco. Hay que evitar errores que resten puntos al cómputo final. Conviene abandonar una pregunta después de un intento estéril y continuar adelante. Es más efectivo responder a un ritmo ágil, que permita repasar, ya que las cuestiones difíciles pueden resultar fáciles en un segundo vistazo.
Los resultados
Las notas se clasifican por letras: A, B y C indican aprobado, D y E significan suspenso
Una vez terminadas las pruebas, se envían a Cambridge para que examinadores especialistas en enseñanza de la lengua inglesa las corrijan. Su labor se somete a continuas inspecciones por parte de otros examinadores altamente experimentados.
Las notas se clasifican por letras: A, B y C indican que el examen está aprobado, mientras que D y E significan suspenso. Las calificaciones son la media del resultado obtenido en todas las partes del examen. Se conocen ocho o nueve semanas después del examen escrito, cuando todos los candidatos reciben un informe de resultados que especifica los rendimientos parciales de las cinco partes de la prueba mediante una gráfica. Los resultados se muestran según una escala que varía desde la consideración de «excepcional», a «bueno», «suficiente» o «flojo».
Esta clasificación permite conocer el nivel que se tiene de la lengua y, si no se ha logrado la puntuación necesaria, evidencia en qué aspectos se tienen más dificultades. Los certificados de los candidatos que han obtenido resultados positivos se envían unos cuatro meses después del examen escrito.
Las personas con alguna discapacidad pueden certificar su conocimiento de la lengua inglesa mediante una prueba en Braile, en una versión con letra ampliada o con un diseño especial de audio. También se adaptan exámenes para personas con problemas de dislexia.