Consiguen metano a partir de materia inorgánica sometida a temperaturas y presiones similares a las existentes a 100 kilómetros de la superficie

Este experimento pone de manifiesto que la Tierra podría ocultar grandes reservas de hidrocarburos a gran profundidad
Por EROSKI Consumer 24 de septiembre de 2004

Geofísicos de cinco universidades y laboratorios nacionales de EE.UU. han conseguido por primera vez metano en laboratorio a partir de materia inorgánica que fue sometida a temperaturas y presiones similares a las existentes a 100 kilómetros bajo el suelo, en el llamado manto de la Tierra. El experimento desarrollado por estos expertos, que recoge la revista «Proceedings» de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU., demuestra que los hidrocarburos pueden formarse a grandes profundidades por simples reacciones inorgánicas, lo que significa que las reservas de combustibles fósiles pueden ser mucho mayores de lo imaginado.

El grueso de la comunidad científica sostiene que el petróleo y demás combustibles fósiles se forman por la descomposición de plantas y animales, cuyos restos quedaron sepultados hace millones de años. Sólo unos pocos investigadores defienden la posibilidad de que puedan formarse a partir de materia inorgánica en las peculiares condiciones físicas del interior del planeta.

Thomas Gold, astrofísico de la Universidad de Cornell (Nueva York), fue uno de los principales defensores de esa teoría. Gold aseguraba que las moléculas biológicas que se detectan en el petróleo y en el gas natural no son una prueba de su origen orgánico, sino trazas de microorganismos que hallaron su particular nicho biológico a grandes profundidades. A lo largo de la última década se han descubierto bacterias capaces de alimentarse a gran profundidad de metano, soportando grandes temperaturas y presiones. Pero lo cierto es que no se había podido demostrar que los hidrocarburos pudieran producirse sin la intervención de materia orgánica.

A 1.500 grados

Ahora, el equipo dirigido por el geofísico Henry Scott lo ha logrado a partir de agua y materiales que abundan en el subsuelo, como el óxido de hierro y la calcita, que fueron sometidos a condiciones de presión y de temperatura similares a las existentes a entre 100 y 200 kilómetros de la superficie. Este equipo de investigadores comprobó que se formaron burbujas de metano, principal componente del gas natural, cuando la temperatura alcanzó los 1.500 grados centígrados, con presiones de 50.000 a 110.000 atmósferas.

«Nuestros resultados demuestran que el metano puede formarse por la combinación reactiva de calcitas con minerales ricos en hierro y agua bajo condiciones que son habituales en la franja superior al manto», matiza el científico Laurence Fried, coautor de esta investigación en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de California.

«Puesto que el manto, la densa, caliente y semisólida capa de 2.900 kilómetros de grosor, representa el 80% del volumen de nuestro planeta, la cantidad de hidrocarburos que puede cobijar la Tierra es mucho mayor de lo que nadie había imaginado», precisa el profesor Henry Scott. La posibilidad de explotar esas hipotéticas reservas está fuera del alcance de las tecnologías disponibles en la actualidad, ya que la profundidad de los pozos de petróleo y gas rara vez supera los diez kilómetros desde que en 1859 se realizaron las primeras perforaciones.

El geólogo Alan Rankin, de la londinense Universidad de Kingston, puntualiza que cabría la posibilidad de buscar, cerca de la corteza, bolsas de metano atrapado durante su proceso de ascenso desde el manto hacia la superficie. Según Rankin, la cantidad recuperable sería en cualquier caso relativamente baja si se compara con las reservas de gas y petróleo conocidas.

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